Anthony Davis renunció a un bono de 6 millones de dólares como parte del trascendental e inusitado canje de superestrellas que lo llevó a los Mavericks de Dallas y que envió a Luka Doncic a los Lakers de Los Ángeles.
Quizás ésta fue la forma en la que Davis, 10 veces elegido al Juego de Estrellas intentó demostrar que entendía la magnitud de la transacción que enfureció a los aficionados de su nuevo equipo.
La mayor parte de la ira se ha dirigido al gerente general Nico Harrison. Sin embargo, Davis corre el riesgo de que los aficionados de Dallas lo vean como el hombre que les costó perder a su querido Doncic, sin importar lo que los Mavs se hagan con uno de los miembros del plantel ideal del 75to aniversario de la NBA.
“Perder una pieza monumental como Luka es algo grande, ¿verdad?”, dijo Davis sobre Doncic, cinco veces jugador del primer equipo All-NBA. “Así que sólo estoy tratando de hacer mi parte y ayudar a Nico y a la organización para seguir mejorando. Eso siempre es lo correcto.”
Davis habló el martes en el entrenamiento en Filadelfia, horas antes de que los Mavs enfrentaran a los 76ers. El alero ya había sido descartado por la lesión abdominal que lo marginó en sus últimos días con los Lakers.
Desde luego que hace una semana, cuando sufrió la lesión, Davis no sabía que ése sería su último encuentro con Los Ángeles. Tampoco Doncic, quien sufrió una distensión en la pantorrilla en el encuentro de Navidad de los Mavs.
Davis habló con los reporteros en la costa Este. Doncic hizo lo mismo en una concurrida conferencia de prensa en el oeste. Y ambos confirmaron la obvia sorpresa por uno de los intercambios más colosales en la historia de la NBA.
“Estaba en casa, a punto de ver una película con mi esposa y recibí la llamada telefónica”, dijo Davis. “No tenía idea. Acababa de enviar un mensaje de texto al equipo felicitándolo por vencer a los Knicks, gran victoria, y esperando con ansias el partido del martes contra los Clippers. Y descubrí una hora después que ya no estaba con el equipo.”
Doncic no jugaba el martes contra los Clippers. Pero podría regresar pronto tras su lesión de pantorrilla.
Davis debería volver a la cancha primero. Dijo que podría estar disponible el jueves en Boston, o tal vez el sábado contra Houston en el primer duelo en casa de los Mavs desde el canje.
Hay cierta familiaridad para Davis con su nuevo club.
El entrenador de Dallas, Jason Kidd, era el asistente cuando Davis se unió a LeBron James para darles a los Lakers su 17mo campeonato en la “burbuja” de la Florida en el 2020.
Davis conoció a Harrison cuando aún estaba en la escuela secundaria. Eventualmente firmó con Nike, donde Harrison trabajó durante dos décadas antes de que los Mavs lo contrataran en 2021.
“Nico cree en mí y en lo que puedo agregar a este equipo”, dijo Davis. “Ambos estamos extremadamente emocionados por lo que podemos hacer, y creo que tenemos una gran oportunidad de ganar un campeonato.”
La relación más importante será con Kyrie Irving, quien llegó a Dallas en un intercambio desde Brooklyn para hacer mancuerna con Doncic, una dupla que dio frutos la temporada pasada cuando los Mavs viajaron a las Finales de la NBA por primera vez en 13 años. Dallas perdió la serie por el título ante Boston en cinco juegos.
Ahora los Mavs tienen un nuevo conjunto de coprotagonistas. Davis dijo que habló con Irving sobre unirse hace seis años, cuando Davis estaba saliendo de Nueva Orleans y terminó en los Lakers. Irving aterrizó en los Nets.
Ahora, están juntos, ambos lidiando con el shock del intercambio que lo hizo posible. Irving, quien no ha hablado con la prensa desde el canje, bromeó con los periodistas para que “se lo tomaran con calma” con Davis en esa primera sesión de medios.
“No tenía idea de qué estaba sucediendo”, dijo Davis sobre el acuerdo. “Pero, quiero decir: ahora ya lo superé, y solo estoy preparándome para jugar con Dallas.”
Davis entiende la importancia de a quién reemplazó.