Por MICHAEL HILL
ALBANY, Nueva York, EE.UU. (AP) — El gobierno del estado de Nueva York despidió el lunes a más de 2.000 guardias de prisión por no presentarse a trabajar después de una huelga ilegal de varias semanas que paralizó al sistema correccional de la entidad. Sin embargo, las autoridades afirmaron que suficientes agentes regresaron a sus puestos como para declarar por finalizado el paro de labores.
“Después de 22 días de una huelga ilegal, a la gobernadora y a mi nos complace informar que ha terminado”, dijo el comisionado Daniel Martuscello durante una conferencia de prensa virtual.
El estado y el sindicato de carceleros alcanzaron este fin de semana un nuevo acuerdo para poner fin a la huelga, el cual estaba condicionado a que por lo menos el 85% del personal regresara a sus puestos de trabajo la mañana del lunes. Si bien no se alcanzó el objetivo del 85% necesario para activar el acuerdo, Martuscello afirmó que el estado accedió al pago de horas extra establecido en el pacto, así como algunas otras disposiciones.
El comisionado añadió que elementos de la Guardia Nacional permanecerán dentro de las instalaciones correccionales en una posición de apoyo mientras el departamento lleva a cabo una agresiva campaña de reclutamiento y contratación de empleados adicionales. Aproximadamente 10.000 miembros del personal de seguridad están disponibles para trabajar en las prisiones de todo el estado, dijo, frente a los 13.500 carceleros que había antes del inicio de la huelga.
“Se han enviado cartas de despido a más de 2.000 agentes que permanecieron en huelga. Los agentes y sargentos que no contaban con una licencia médica aprobada con antelación y no se presentaron a su puesto de trabajo antes de la fecha límite establecido para las 6:45 de esta mañana, han sido despedidos con efecto inmediato”, puntualizó Martuscello.
El sindicato de carceleros, New York State Correctional Officers & Police Benevolent Association, no respondió de inmediato a emails en busca de comentarios.
Inconformes con sus condiciones de trabajo, los guardias comenzaron a abandonar ilegalmente sus puestos en muchas prisiones estatales el pasado el 17 de febrero, lo que obligó a la gobernadora Kathy Hochul a desplegar elementos de la Guardia Nacional para mantener las operaciones. Los reclusos se han quejado sobre el deterioro en las condiciones al interior de las prisiones desde el inicio de la huelga. Además, un fiscal especial ya investiga la muerte de un reo de 22 años que falleció hace unos días en una prisión cerca de Utica.
La huelga viola una ley estatal que prohíbe los paros de labores por parte de la mayoría de los empleados públicos y no recibió la aprobación del sindicato de guardias. Dos acuerdos previos con el objetivo de poner fin a la huelga no lograron convencer a suficientes guardias para terminar con la crisis.
Al igual que los otros acuerdos, este aborda una queja clave de los guardias al suspender por 90 días una disposición estatal que limita el uso del confinamiento en solitario. Los guardias trabajarán turnos de 12 horas y el Departamento de Correccionales y Supervisión Comunitaria del estado no aplicará medidas disciplinarias a los agentes que participaron en la huelga y regresaron a sus puestos de trabajo antes del plazo.
Varios reclusos han muerto desde el inicio de las huelgas, aunque se desconoce si las condiciones de las priones relacionadas con la huelga fueron un factor en los decesos.
El fiscal del condado de Onondaga, William Fitzpatrick, investiga la muerte de Messiah Nantwi en el Centro Correccional Mid-State el 1 de marzo. Las autoridades se han negado a revelar detalles, pero un documento judicial de la fiscalía general indica que hay “causa probable para creer” que hasta nueve agentes de correccionales causaron o podrían estar implicados en su muerte.
Tras la muerte de Nantwi se puso en licencia a 15 empleados de la prisión.
Es la segunda investigación penal que se abre en torno a la muerte de un recluso dentro de una prisión estatal en los últimos meses. Seis guardias fueron acusados de asesinato el mes pasado por el fallecimiento de Robert Brooks, quien murió en diciembre pasado dentro del Centro Correccional Marcy, ubicado frente a la prisión Mid-State.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.