Por CHRISTOPHER BODEEN
TAIPÉI, Taiwán (AP) — Representantes de China, Rusia e Irán pidieron el viernes el fin de las sanciones de Estados Unidos a Teherán por su programa nuclear de rápido avance y la reanudación de las conversaciones internacionales sobre el tema.
El diálogo es el último intento de abordar este asunto y se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió al líder supremo de Irán en un intento de reactivar las negociaciones.
La carta, que no se ha hecho pública, se ofreció cuando Trump impuso nuevas sanciones a la República Islámica como parte de su campaña de “máxima presión”, que contempla la posibilidad de una acción militar mientras enfatiza que aún cree que se puede alcanzar un nuevo acuerdo.
Las tres naciones que se reunieron el viernes por la mañana “subrayaron la necesidad de terminar con todas las sanciones unilaterales ilegales”, leyó el viceministro de Exteriores de China, Ma Zhaoxu, de un comunicado conjunto, flanqueado por sus homólogos ruso, Ryabkov Sergey Alexeevich, e iraní, Kazem Gharibabadi.
“Los tres países reiteraron que el compromiso político y diplomático y el diálogo basado en el principio de respeto mutuo siguen siendo la única opción viable y práctica en este sentido”, agregó Ma.
Está previsto que el ministro chino de Exteriores, se reúna con los mandatarios más tarde en el día.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, se ha burlado de Trump diciendo que no estaba interesado en conversaciones con un “gobierno abusivo”, aunque los funcionarios iraníes han ofrecido señales contradictorias sobre la posibilidad de negociar. Trump envió una carta a Jamenei en 2019 que no tuvo un efecto aparente sobre el aumento de las tensiones.
China y Rusia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto a Estados Unidos, Francia y Reino Unido, que participaron en el acuerdo marco preliminar del pacto nuclear con Irán de 2015. Alemania y Unión Europea también suscribieron el acuerdo.
Trump retiró a Washington del pacto en 2018, desencadenando años de ataques y tensiones en Oriente Medio.
Beijing y Moscú mantienen una relación especialmente estrecha con Teherán gracias a sus acuerdos energéticos, e Irán ha proporcionado drones portadores de bombas a Rusia para su guerra en Ucrania.
También se considera que comparten un interés común para reducir el papel de Estados Unidos y de otras democracias liberales en la configuración de los eventos mundiales en favor de sus propios sistemas altamente autoritarios.
Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Sin embargo, sus funcionarios amenazan cada vez más con fabricar un arma nuclear. Ahora, el país enriquece uranio a niveles cercanos al grado de armamento del 60%, y es el único del mundo que llega a ese nivel sin tener un programa de armas nucleares.
Bajo el acuerdo de 2015, a Irán se le permitió enriquecer uranio solo hasta un 3,67% de pureza y mantener unas reservas de 300 kilos (661 libras). El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre el programa iraní situó sus reservas en 8.294,4 kilos (18.286 libras) mientras enriquece una parte al 60% de pureza.
Aunque la República Islámica ha señalado que no negociará bajo coacción, su economía ha quedado devastada por las sanciones de Estados Unidos. Las protestas por los derechos de las mujeres, la economía y la teocracia han sacudido al gobierno en los últimos años.
China ha tratado de involucrarse más en los asuntos de Oriente Medio y hace un año organizó conversaciones que llevaron a la plena restauración de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán.
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El periodista de The Associated Press Jon Gambrell en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.