Por The Associated Press
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirma que ha ordenado ataques aéreos contra rebeldes respaldados por Irán en Yemen y emitió una advertencia a Teherán. Estas son las razones.
Amenaza al comercio global
Los rebeldes hutíes comenzaron a atacar barcos militares y comerciales en uno de los corredores de comercio marítimo más transitados del mundo poco después de que comenzara la guerra en Gaza entre Hamás e Israel, en octubre de 2023.
Los hutíes dijeron que sus ataques estaban dirigidos a embarcaciones en el mar Rojo con vínculos a Israel o sus aliados —Estados Unidos y Reino Unido— en solidaridad con los palestinos, pero algunos barcos tenían poco o ningún vínculo con la guerra.
Los hutíes atacaron más de 100 buques mercantes con misiles y drones, hundiendo dos embarcaciones y provocando la muerte de cuatro marineros, hasta que el actual alto el fuego en Gaza entró en vigor a mediados de enero. Otros misiles y drones fueron interceptados o no lograron alcanzar sus objetivos, entre los que había objetivos militares occidentales.
Los ataques se detuvieron durante el alto el fuego, pero los hutíes dijeron el miércoles que reanudarían los ataques contra “cualquier embarcación israelí” cuando Israel cortó todos los suministros de ayuda a Gaza para presionar a Hamás en las negociaciones sobre la ampliación de su tregua. Los rebeldes afirmaron que la advertencia también afecta al Golfo de Adén, el estrecho de Bab el-Mandeb y el mar Arábigo.
No se han reportado ataques hutíes desde entonces.
“Estos implacables ataques han costado a la economía de Estados Unidos y del mundo miles de millones de dólares, mientras que, al mismo tiempo, ponen en riesgo vidas inocentes”, dijo Trump el sábado al anunciar los ataques aéreos en una publicación en redes sociales.
Amenaza para Estados Unidos
En su campaña anterior, los hutíes atacaron repetidamente buques de guerra de Estados Unidos y de otros países occidentales, lo que desató los combates más graves que la Marina de Estados Unidos había enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante el mandato de Biden, Estados Unidos, además de Israel y Reino Unido, habían atacado previamente áreas controladas por los hutíes en Yemen. Pero un funcionario estadounidense dijo que la operación del sábado fue realizada únicamente por Estados Unidos.
El grupo de ataque del portaaviones USS Harry S. Truman, que incluye el portaaviones, tres destructores de la Marina y un crucero, se encuentra en el mar Rojo y formó parte de la misión del sábado. El submarino de misiles de crucero USS Georgia también ha operado en la región.
Trump dijo que el objetivo de los ataques era “proteger el comercio y los activos aéreos y navales estadounidenses, y restaurar la libertad de navegación”.
La atención hacia los hutíes y sus ataques ha elevado su perfil mientras enfrentan presiones económicas y de otro tipo en el país, en medio de la guerra de Yemen, que ha desgarrado a la nación más pobre del mundo árabe durante una década.
Presión sobre Irán
Los ataques del sábado también tuvieron como objetivo presionar a Irán, que ha respaldado a los hutíes, además de apoyar a Hamás y otros grupos en Oriente Medio.
Trump se comprometió a hacer que Irán “rinda cuentas plenamente” por las acciones de los hutíes.
A principios de este mes, el Departamento de Estado volvió a designar a los hutíes como una “organización terrorista extranjera”, lo que conlleva sanciones y penalizaciones para cualquiera que proporcione “apoyo material” al grupo.
El gobierno de Trump también ha presionado a Irán para que reinicie las conversaciones bilaterales sobre su programa de armas nucleares, y el mandatario escribió una carta al respecto al líder supremo del país. Trump, quien retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, ha dicho que no permitirá que el programa se vuelva operativo.
Irán ha insistido en que su programa nuclear es pacífico. Sin embargo, sus autoridades amenazan cada vez más con construir un arma nuclear.
Trump también ha impuesto nuevas sanciones a Irán como parte de su campaña de “máxima presión” contra el país y ha sugerido que la acción militar sigue siendo una posibilidad, al tiempo que ha hecho énfasis en que aún cree que se puede alcanzar un nuevo acuerdo nuclear.
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La periodista de The Associated Press Lolita C. Baldor en Washington contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.