Por WILSON MCMAKIN
DAKAR, Senegal (AP) — Una serie de operativos policiales lograron rescatar a 33 africanos occidentales de una red de tráfico humano en Costa de Marfil que convencía a las personas de pagar tarifas y proporcionar trabajo forzado prometiéndolse empleos en Canadá, informó el martes la agencia policial internacional Interpol.
Las víctimas pagaron hasta 9.000 dólares a supuestos reclutadores que, en cambio, las llevaron ilegalmente a la ciudad de Abiyán en Costa de Marfil, donde fueron sometidas a coerción física y psicológica, indicó la agencia en un comunicado.
También se les obligó a ayudar a estafar a otras personas con la misma promesa de encontrar un trabajo en el extranjero, tomándose fotos en restaurantes y hoteles de lujo y publicándolas en línea como si estuvieran en Canadá. Los traficantes les permitieron mantener un contacto limitado con sus familias para sostener la ilusión de que vivían en el extranjero.
Las primeras redadas en dos de los lugares asociados con la red de tráfico se realizaron en febrero, en una operación conjunta entre Costa de Marfil y Ghana, de donde provenían algunas de las víctimas.
El engaño salió a la luz por primera vez cuando el padre de dos víctimas se presentó ante las autoridades ghanesas. Las víctimas eran de Benín, Burkina Faso, Togo y Ghana.
Youssouf Kouyate, director general de la Policía Nacional de Costa de Marfil, elogió la “estrecha cooperación” con la policía ghanesa y la Interpol, así como “el valor de las víctimas que se presentaron para ayudar en esta investigación”.
Después de que las 33 víctimas fueran liberadas, fueron remitidas a una organización no gubernamental para su evaluación, según el comunicado de Interpol.
Las estafas de este tipo son cada vez más comunes en África Occidental, y las fuerzas policiales de toda la región han llevado a cabo redadas masivas en el pasado, incluyendo el arresto de más de 300 personas en 2024.
La Interpol, que cuenta con 196 países miembros, trabaja para ayudar a las fuerzas policiales nacionales a comunicarse entre sí y rastrear a sospechosos y criminales en campos como el contraterrorismo, el crimen financiero, la pornografía infantil, el cibercrimen y el crimen organizado.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.