“Sobrevivimos rodeados de caimanes y víboras”, dice piloto de avioneta accidentada en Bolivia

Por CARLOS VALDEZ

LA PAZ, Bolivia (AP) — Los cinco ocupantes de una avioneta que sobrevivieron a un accidente en la selva boliviana permanecieron durante 36 horas encima del fuselaje de la aeronave en medio de un pantano infectado de caimanes y serpientes, afirmó el piloto.

Pablo Andrés Velarde y los otros cuatro ocupantes del pequeño avión Cessna —tres mujeres y un menor— fueron rescatados con vida por la Fuerza Aérea de Bolivia el viernes.

Fue después de que la avioneta se estrellara en la selva a principios de semana que los verdaderos problemas comenzaron para los sobrevivientes.

“Los mosquitos no nos dejaban dormir, los caimanes y las víboras (anaconda) nos rodeaban. Nos vigilaban toda la noche, pero no se acercaban por el olor a combustible”, que había derramado la avioneta tras el aterrizaje forzoso, contó el piloto Velarde, de 27 años, a la prensa desde un hospital de la ciudad de Trinidad, capital de la región amazónica de Beni, en el noreste del país, a donde fueron llevados tras el rescate.

Velarde relató que él y los cuatro pasajeros no podían tomar agua del pantano porque había quedado contaminada y que se alimentaron con chivé, que es mandioca molida y tostada, que forma parte de la dieta básica de los habitantes de la amazonía boliviana.

Velarde había partido del pequeño poblado de Baures, en el noreste de Bolivia, con destino a Trinidad, pero a los 27 minutos la aeronave presentó fallas técnicas en el motor, perdió altura y debió forzar un aterrizaje en la orilla pantanosa de una laguna, según contó el médico que lo atendió, Luis Soruco, director del hospital donde fueron ingresados los cuatro adultos sobrevivientes, mientras que el niño de 6 años fue llevado a un hospital pediátrico. Todos los pasajeros presentaban deshidratación.

“El aterrizaje fue brusco, la avioneta quedó boca abajo”, relató Velarde. No obstante, ninguno de los pasajeros sufrió heridas graves. Todos presentaban múltiples picaduras en todo el cuerpo.

Unos pescadores que pasaban cerca escucharon gritos pidiendo auxilio y reportaron a las autoridades que buscaban a los sobrevivientes.

“Escuchamos botes, empezamos a alumbrar con la linterna del celular y a gritar. Era una familia de pescadores”, contó el piloto, que se gana la vida transportando pasajeros en una región donde a falta de caminos y carretas la gente se transporta por aire y por los ríos.

Un helicóptero de la Fuerza Aérea llegó al lugar el viernes por la tarde y rescató a los cinco sobrevivientes.

“Ya no aguantábamos una noche más”, dijo Velarde.

Patricia Coria Guary, una de las sobrevivientes, dijo que la aeronave quedó inundada de agua y debieron salir a toda prisa para ponerse encima del fuselaje de la avioneta, que ha quedado sumergida en el pantano a más de 100 kilómetros al norte de la ciudad de Trinidad.

El sábado, el piloto y dos mujeres ya estaban en su casa, sólo continuaba internada Coria, de 37 años, quien tenía una herida en la frente y una quemadura, dijo Soruco. Velarde fue dado de alta tras sufrir solo contusiones y heridas infectadas tras pasar dos noches atacado por enjambres de mosquitos.

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Isabel DeBre colaboró con esta nota desde Buenos Aires.

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