Por ABDUL SATTAR y MUNIR AHMED
QUETTA, Pakistán (AP) — Cinco personas murieron, incluidos al menos tres niños, y 38 resultaron heridas el miércoles en el inestable suroeste de Pakistán en un ataque suicida con un coche bomba contra un autobús escolar, según informaron funcionarios. Era un nuevo ataque en la tensa provincia de Baluchistán.
La provincia ha sido escenario de una insurgencia prolongada con ataques de distintos grupos separatistas, como el ilegalizado Ejército de Liberación de Baluchistán, designado como organización terrorista por Estados Unidos en 2019.
Un comisionado adjunto local, Yasir Iqbal, dijo que el ataque ocurrió a las afueras de la ciudad de Khuzdar cuando el autobús llevaba a los niños a su escuela de gestión militar.
Las tropas llegaron rápidamente al lugar y acordonaron el área mientras las ambulancias transportaban a las víctimas a hospitales en la ciudad. Las televisoras locales emitieron imágenes del autobús gravemente dañado y escombros dispersos.
Ningún grupo reclamó inmediatamente la responsabilidad, aunque es probable que las sospechas recaigan sobre los separatistas étnicos baluchis, que atacan con frecuencia a las fuerzas de seguridad y a civiles en la región.
El Ministro paquistaní del Interior, Mohsin Naqvi, condenó enérgicamente el ataque y expresó un profundo pesar por la muerte de los niños. Calificó a los perpetradores como “bestias” que no merecen indulgencia, diciendo que el enemigo había cometido un acto de “pura barbarie al atacar a niños inocentes”.
El ejército también emitió un comunicado y dijo que el atentado fue “otro ataque cobarde y espantoso” supuestamente planeado por la vecina India y llevado a cabo por “sus aliados en Baluchistán”. No hubo comentarios inmediatos de Nueva Delhi.
Los funcionarios, que inicialmente informaron que cuatro niños murieron pero luego revisaron el número de muertos para decir que había dos adultos entre los fallecidos, dijeron temer que el número de víctimas pudiera aumentar, ya que varios niños se encontraban en estado crítico.
La mayoría de estos ataques son reivindicados por el BLA, que según Pakistán cuenta con el respaldo de la vecina India, una afirmación que Nueva Delhi niega. En uno de los ataques más mortales de este tipo en marzo, insurgentes del BLA mataron a 33 personas, en su mayoría soldados, durante un asalto a un tren que transportaba a cientos de pasajeros en Baluchistán.
A principios de esta semana, el BLA prometió más ataques contra el “ejército paquistaní y sus colaboradores”. El grupo afirma que su objetivo es “sentar las bases para un Baluchistán pacífico, próspero e independiente”.
Y en un movimiento inusual a principios de este mes, el BLA pidió apoyo a India durante un período de tensiones crecientes entre India y Pakistán en medio de una escalada transfronteriza entre los dos vecinos con armas nucleares que aumentó los temores de una guerra más amplia. No hubo respuesta inmediata de India a la apelación.
También hay milicias activas en Baluchistán y, aunque es inusual que los separatistas ataquen a niños en la provincia, en los últimos años se han producido ataques de esa clase en el inestable noroeste y en otras partes del país.
La mayoría de las escuelas y colegios en Pakistán están gestionados por el gobierno o compañías privadas, aunque el Ejército también administra un número significativo de instituciones para niños tanto de familias civiles como de personal militar en servicio o retirado.
En 2014, los talibanes paquistaníes llevaron a cabo el ataque a una escuela más mortífero del país en una institución administrada por el ejército en la ciudad noroccidental de Peshawar, donde mataron a 154 personas, la mayoría de ellas niños.
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Ahmed informó desde Islamabad.