Por ASTRID SUÁREZ
BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro optó por llamar a la ciudadanía a una consulta popular en busca de avalar las reformas al sistema laboral y de salud, dos de sus principales banderas políticas, que están estancadas en el Congreso y a punto de hundirse.
Su apuesta es arriesgada debido a que para ser válida la consulta popular requiere que acudan más votantes a las urnas que los que lo eligieron en 2022 para ser el primer presidente de izquierda en el país.
La consulta popular se propone en un ambiente preelectoral, cuando se avecinan las elecciones presidenciales y legislativas de 2026, en las que Petro busca que la izquierda sea una opción viable de poder en un país tradicionalmente gobernado por moderados y conservadores.
A continuación algunas claves sobre la consulta popular:
¿QUÉ ES Y CÓMO SE CONVOCA?
La consulta popular es uno de los mecanismos de participación ciudadana admitidos por la Constitución colombiana. Puede tener un origen ciudadano o ser solicitada por mandatarios, como el caso actual.
El presidente deberá enviar al Congreso la propuesta de la consulta popular para que se pronuncie sobre su conveniencia. Una vez obtenga dicho aval, el presidente fijará la fecha de la jornada de votación en los tres meses siguientes.
El gobierno no ha detallado cuáles serán las preguntas específicas que harán en la consulta popular, pero según la norma deben poder contestarse con un “Sí” o un “No”.
¿QUÉ BUSCAN LAS REFORMAS?
El gobierno busca reformar el sistema de salud que rige desde 1993 en Colombia al reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero y del servicio de salud. Para el gobierno, dicha intermediación facilita que se desvíen recursos que deberían destinarse a los servicios de salud.
La reforma a la salud ha recibido críticas de sectores opositores y también de gremios de la salud que la han considerado regresiva en derechos de los usuarios al no poder elegir un prestador de servicios de salud, dando mayor poder al Estado.
Por su parte, la reforma laboral propone aumentar la remuneración en días de descanso obligatorio, reducir la jornada laboral diurna y ordenar horas extras en adelante, extender a cuatro las semanas de licencia de paternidad y modificar la modalidad de contratación, privilegiando el término indefinido.
El grupo de congresistas que se unió para proponer el archivo de la reforma argumentó que generaría pérdida de empleos al aumentar la presión sobre los empresarios y no se combatiría la informalidad, uno de los principales problemas laborales en el país.
¿SU RESULTADO ES VINCULANTE?
Para que la decisión tomada por la ciudadanía sea obligatoria, la consulta popular debe superar el umbral con la participación de la tercera parte de los electores que componen el censo electoral, es decir, superar los 13 millones de votos.
De superar el umbral, la propuesta del presidente tendría el aval popular siempre que obtenga el voto afirmativo de la mitad más uno de los votos válidos.
Conseguir superar el umbral es retador, debido a que Petro debe superar los 11,2 millones de votos que le dieron la victoria en el balotaje de las presidenciales de 2022.
La mayoría de las consultas populares que se han convocado en Colombia han sido locales. A nivel nacional fue convocada en el 2018 una consulta popular sobre medidas anticorrupción que fracasó al no superar el umbral.
¿QUÉ SE JUEGA EL GOBIERNO AL CONVOCARLA?
Con la consulta popular y llamando a manifestaciones Petro apuesta a conseguir apoyo popular tanto para sus reformas como para su proyecto político que prometió el “cambio” y mejores condiciones para la población más vulnerable.
Sin embargo, Petro corre el riesgo de medir su fuerza electoral justo antes de las elecciones presidenciales y legislativas —en las que aspira que su línea política continúe gobernando—.
Carlos Andrés Arias Orjuela, consultor en comunicación política, explicó a The Associated Press que Petro se está jugando la capacidad de negociación para tener un candidato fuerte y propio para las elecciones presidenciales de 2026 y, en caso de perder la consulta, tendría que negociar con otros sectores para unir fuerzas.
“Me arriesgo. Pongo el gobierno en manos del pueblo”, aseguró Petro el miércoles desde X, antes Twitter.
El presidente asegura que en el Congreso hay un “bloqueo institucional” para sus reformas, pese a que otras como la del sistema de pensiones y la tributaria fueron aprobadas. Petro también advirtió que si el Congreso hundía la reforma laboral habría una ruptura con el gobierno.
Para Jairo Libreros, analista y profesor de la Universidad Externado de Colombia, se está provocando una ruptura en la armonía de las ramas del poder que podría agudizarse con los días, especialmente en el escenario en el que el Congreso no avale convocar a la consulta popular y el proceso se frene.
“Puede ser el punto de no retorno entre el Ejecutivo y el Legislativo. Eso se reflejaría en la calle con fuerzas progobierno y de contradictores”, dijo Libreros a la AP. “Petro cree que el escenario de la calle, donde se mueve muy bien, le va a permitir fortalecerse”.