Por CARLA K. JOHNSON
En 2020, muchos estadounidenses se vieron obligados a posponer exámenes de detección de cáncer —colonoscopias, mamografías y escaneos pulmonares— durante varios meses, ya que el COVID-19 desbordó a médicos y hospitales.
Pero ese retraso en las pruebas de detección no ha tenido un gran impacto en las estadísticas de la enfermedad, al menos no en un nivel que pueda ser observado aún por los expertos que dan seguimiento a los datos.
Las tasas de mortalidad por cáncer continúan disminuyendo, y no hubo grandes cambios en los diagnósticos tardíos, según un nuevo informe publicado el lunes en la revista Cancer. Es el análisis más amplio hasta ahora del efecto de la pandemia en los datos de esa enfermedad en Estados Unidos.
En 2020 en Estados Unidos, al inicio de la pandemia, se detectó una mayor proporción de casos en etapas más avanzadas, cuando son más difíciles de tratar. Pero en 2021, estos preocupantes diagnósticos volvieron a los niveles prepandémicos para la mayoría de los tipos de cáncer.
“Es muy tranquilizador”, afirmó la autora principal, Recinda Sherman, de la Asociación Norteamericana de Registros Centrales de Cáncer. “Hasta ahora, no hemos visto un exceso de diagnósticos en etapas avanzadas”, lo que hace poco probable que haya tasas más altas de mortalidad por cáncer vinculadas a la pandemia.
De manera similar, el número de nuevos casos disminuyó en 2020, pero luego volvió a los niveles prepandémicos en 2021. En 2020, el tamaño de la disminución de nuevos casos diagnosticados fue similar en todos los estados, a pesar de las variaciones en las políticas de restricciones por el COVID-19. Los investigadores señalan que el comportamiento humano y las políticas locales de los hospitales tuvieron una función más importante que las restricciones de políticas estatales.
Los diagnósticos en etapas avanzadas de cáncer de cuello uterino y de próstata sí aumentaron en 2021, pero los cambios no fueron grandes. El análisis de datos solo llega hasta 2021, por lo que no es la última palabra.
“No observamos ningún cambio notable”, comentó Sherman. “Así que es realmente poco probable que las personas con enfermedades agresivas no hayan sido diagnosticadas durante ese período”.
El informe fue producido por la Asociación Norteamericana de Registros Centrales de Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Sociedad Americana del Cáncer.
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El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe apoyo del Grupo de Medios de Ciencia y Educación del Instituto Médico Howard Hughes y de la Fundación Robert Wood Johnson. La AP es la única responsable de todo el contenido.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.