Por ASTRID SUÁREZ
BOGOTÁ (AP) — Las centrales obreras de Colombia iniciaron el miércoles una huelga de 48 horas para respaldar la consulta popular impulsada por el gobierno en la que los ciudadanos decidirán acerca de cambios en el sistema laboral y de salud y que se ha convertido en la nuez de la tensión política entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
Los sindicatos atienden un llamado directo del presidente Gustavo Petro, el primer izquierdista en gobernar Colombia, quien los animó a manifestarse en pro de sus derechos al considerar que el Congreso está legislando de manera contraria a ellos.
En el centro del debate están los posibles cambios al sistema laboral que el gobierno ha intentado tramitar en el Congreso dos veces infructuosamente. La última derrota de marzo derivó en que Petro lanzara su propuesta de convocar a una consulta popular.
Pero tanto el camino de la reforma laboral como de la consulta popular requieren de la aprobación del Congreso, donde el gobierno no goza de mayoría y al que Petro ha acusado de ejercer un “bloqueo constitucional”.
“Estamos diciéndole al Senado que no puede seguir legislando en contra de la clase trabajadora”, indicó el martes Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en un mensaje difundido a la prensa. “Por tal motivo exigimos que sea aprobada la consulta popular como mecanismo real para poder recuperar los derechos”, agregó.
Los sindicatos saldrán a manifestarse en marchas y con mítines en las principales ciudades. Desde la CUT aspiran a que al menos tres millones de trabajadores suspendan sus labores en todo el país.
El Senado negó la primera solicitud de la consulta popular hace dos semanas. Tras la agitada discusión, el gobierno acusó a la mesa directiva de fraude y de incurrir en errores, lo cual ha negado la mesa.
La víspera el ministro del Interior, Armando Benedetti, aumentó la presión al Congreso al advertir que en caso de que no voten de nuevo la consulta popular, la expedirán por decreto el 1 de junio.
En paralelo, el gobierno radicó ante el Congreso una segunda solicitud de consulta popular sobre el sistema laboral, agregando algunas preguntas sobre el sistema de salud, que no ha sido discutido.
El Congreso también tiene en sus manos la reforma laboral luego de revivir el proyecto que se hundió en marzo con un mecanismo de apelación del archivo. Por tanto, la reforma está siendo discutida en un tercer debate y tendría que ser aprobada antes del 20 de junio para evitar un nuevo fracaso.
Sin embargo, las centrales obreras no ven con buenos ojos esa reforma. “La revivió el Senado de la República, no para aprobarla como venía de la Cámara, sino para hacerla trizas”, indicó Arias, quien considera que están desconociendo aspectos sustanciales de la reforma.
Mientras el gobierno plantea que la jornada diurna culmine a las 6 de la tarde y luego inicien las horas extras, en el Congreso se discute que la jornada sea hasta las 7. También sucede con los recargos dominicales y festivos, mientras el gobierno propone que sea del 100%, en el Congreso se discute un 75%.
Las discusiones sobre la reforma laboral y la consulta popular se dan en medio de un ambiente preelectoral. El próximo año serán las elecciones legislativas y presidenciales y Petro busca consolidar su legado.