Colombia: militares refuerzan zona ante paro armado decretado por el ELN que afecta a pobladores

Associated Press

BOGOTÁ (AP) — Al menos 3.600 unidades de las fuerzas militares de Colombia reforzaban el sábado la vigilancia en una región del noroeste del país andino donde la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) declaró la víspera un paro armado que afectaba la movilidad de los pobladores, informaron las autoridades.

El ELN anunció la medida que se extenderá hasta el domingo y con la que amenaza a la población y restringe la movilidad vía terreste y fluvial.

El despliegue de soldados se concentra en zonas del departamento del Chocó, “contrarrestando y atacando las acciones delictivas de los grupos al margen de la ley que desestabilizan la tranquilidad de los chocoanos”, señaló un mensaje del Ejército difundido el sábado en su cuenta de X, antes Twitter.

Este tipo de acciones del ELN apunta a frenar el avance del Clan de Golfo —un cartel de drogas vigente en Colombia— “porque tener confinada a la población les deja ver quién entra y quién sale y cualquier persona que no cumple el paro es considerado enemigo”, dijo a The Associated Press, Elizabet Dickinson, analista de Crisis Group.

Agregó que esta forma de tener control “para la población es una táctica horrible y nefasta”, porque no puede salir a atender sus cultivos, a pescar y se afecta su acceso a la salud y educación”.

La guerrilla del ELN, con la que el gobierno suspendió las negociaciones de paz en enero, dijo que el paro armado busca resguardar a la población ante los enfrentamientos con el Clan del Golfo que iniciaron el 29 de abril.

El Chocó, con unos 457.000 habitantes, es un territorio en disputa permanente entre estos grupos armados ilegales de todas las vertientes que lo consideran clave por contar con una salida al Pacífico y comunicarse por vía marítima con Panamá.

Para Dickinson, la situación en el Chocó muestra que el ELN “realmente no está en modo de paz” y que se sienten “arrinconados” en un corredor con acceso a la costa Pacífico lo que “en términos de narcotráfico es una pérdida fuerte”.

La complejidad del terreno, entre otras condiciones, hace que para las fuerzas militares sea “difícil romper el paro de otra fuerza que está armada”.

En febrero, otro paro de al menos una decena impuestos por la misma guerrilla causó zozobra en la zona que derivó en la movilización de más de 1.500 efectivos militares para resguardar la seguridad de los habitantes ante las amenazas de esa guerrilla.

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