Associated Press
SEÚL, Corea del Sur (AP) — El Ejército de Corea del Sur ha apagado los altavoces que transmitían propaganda contra Corea del Norte a lo largo de la frontera intercoreana, el primer paso concreto del nuevo gobierno progresista para aliviar las tensiones entre los rivales divididos por la guerra.
Corea del Sur reanudó las transmisiones por altavoces en junio del año pasado tras una pausa de varios años, como represalia por el envío de globos cargados de basura por parte de Pyongyang hacia el sur en una campaña de guerra psicológica.
El Ministerio surcoreano de Defensa dijo el miércoles que la medida forma parte de los esfuerzos para “restaurar la confianza en las relaciones intercoreanas y promover la paz en la península de Corea”.
De mayo a noviembre del año pasado, Corea del Norte envió miles de globos hacia Corea del Sur para arrojar objetos como papel de desecho, retazos de tela, colillas de cigarrillos e incluso estiércol. Pyongyang dijo que su campaña de globos se produjo después de que activistas surcoreanos enviaran globos llenos de panfletos contra el gobierno norcoreano, así como memorias USB con canciones y series populares surcoreanas.
Corea del Norte es extremadamente sensible a cualquier crítica externa de su liderazgo autoritario y de su gobernante de tercera generación, Kim Jong Un.
En respuesta a los globos norcoreanos, Corea del Sur reactivó sus altavoces en la línea del frente para transmitir mensajes de propaganda y canciones de K-pop hacia el Norte.
Las campañas de guerra psicológica al estilo de la Guerra Fría se sumaron a las tensiones avivadas por las crecientes ambiciones nucleares de Corea del Norte y los esfuerzos surcoreanos por expandir los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos y fortalecer la cooperación de seguridad trilateral con Japón.
El nuevo presidente progresista de Corea del Sur, Lee Jae-myung, quien asumió el cargo la semana pasada tras ganar una elección anticipada para reemplazar al destituido conservador Yoon Suk Yeol, ha prometido mejorar las relaciones con Pyongyang, que reaccionó furiosamente a las políticas de línea dura de Yoon y evitó el diálogo.