Por CARLOS RODRIGUEZ
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El propietario de un palco del icónico Estadio Azteca presentó el martes una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor en la Ciudad de México, bajo el argumento de que no está seguro de poder usarlo para el Mundial de 2026.
El estadio, que recientemente fue rebautizado como Banorte, está cerrado por remodelaciones para el Mundial desde mayo de 2024 y los propietarios de palcos aún no tienen claro si podrán usarlos durante el certamen del próximo año.
“El consumidor quiere saber si se van a respetar sus derechos para usar su palco durante la próxima Copa del Mundo”, dijo Ángel Diego, abogado del propietario que prefirió mantenerse anónimo. “Estamos invitando a la compañía dueña del estadio que nos diga claramente cuáles son sus intenciones para el Mundial”.
La FIFA quiere el control total de los estadios mundialistas durante un periodo que inicia 30 días antes del primer partido y concluye siete días después del último. Pero la peculiar historia de la adquisición de los palcos complica las cosas.
Para financiar la construcción del estadio en la década de 1960, el empresario mexicano Emilio Azcárraga Milmo vendió palcos a inversores privados por 115.000 pesos, unos 9.000 dólares de la época, otorgando a los propietarios derechos de uso durante 99 años. Esto incluía el acceso a partidos de fútbol, conciertos y otros eventos, como los Mundiales de 1970 y 1986 en México.
Pero para el Mundial de 2026, los dueños del estadio piden a los propietarios de palcos de lujo que cedan su acceso.
“Sólo hay una solución posible y esa es que respeten nuestro contrato. Faltan 408 días para el Mundial, tenemos tiempo de sobra para resolverlo”, declaró Roberto Ruano, portavoz de una asociación de 134 propietarios de palcos. “No es una petición; tenemos derecho a usarlos”.
El estadio, con capacidad para 83.000 personas, albergará cinco partidos durante el Mundial de 2026, incluido el encuentro inaugural.
Los propietarios del estadio, una empresa vinculada a Televisa, la cadena de televisión más grande de México, han publicado algunas imágenes de las renovaciones y, hasta el momento, están trabajando en la cancha y las gradas inferiores, pero los palcos no se han tocado.
Ruano, cuyo padre adquirió el título de propiedad del palco, afirmó que se han sostenido conversaciones con los directivos del estadio desde mayo del año pasado, pero sin llegar a un acuerdo.
“Por el momento no vamos a hacer nada porque seguimos en pláticas cordiales con el estadio y no queremos romperlas”, añadió Ruano. “Las puertas están abiertas para platicar y el diálogo no se ha roto”.
La semana pasada, los directivos del estadio afirmaron que una solución al conflicto estaba cerca, pero no dieron más detalles.
Ruano afirma que algunos propietarios de palcos ajenos a su asociación han acordado ceder sus asientos para el torneo de 2026 a cambio de mejoras en sus palcos y otros beneficios, incluyendo entradas, pero él no quiere eso.
“Mi palco me pertenece, ya tenemos un espacio designado y eso es lo que queremos”, declaró Ruano. “Les daremos más tiempo para intentar solucionar esto antes de tomar otras medidas”.