Por FABIOLA SÁNCHEZ
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La localización de restos humanos calcinados y cientos de zapatos y objetos personales en un predio del occidente de México ha desatado polémica y encendido las alertas de las autoridades.
El dantesco hallazgo que realizó la semana pasada un grupo de activistas en un terreno de cerca de una hectárea del municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco, ha evidenciado una vez más las fallas y omisiones de las autoridades para llevar adelante las investigaciones y atender uno de los mayores problemas del país como lo son los más de 120.000 desaparecidos, según los expertos y activistas.
A pesar de que las autoridades intervinieron en septiembre y enero pasado el predio, conocido como “Rancho Izaguirre”, donde incluso se descubrió un centro de adiestramiento del crimen organizado y fueron detenidas y posteriormente liberadas una treintena de personas que presuntamente eran víctimas de reclutamiento forzado, las investigaciones no se profundizaron.
No fue sino gracias a una llamada anónima que recibió el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, integrado por activistas que buscan a sus familiares desaparecidos, que se logró descubrir este mes en el “Rancho Izaguirre” numerosos restos calcinados que estaban bajo capas de ladrillo y tierra, y cientos de zapatos y objetos personales.
En los medios locales y las redes sociales se ha difundido fotografías de cientos de zapatos, prendas de vestir, morrales, maletas, llaveros, carteras y credenciales que se encontraron en el “Rancho Izaguirre”, lo que ha alentado los temores de que numerosas personas fueron asesinadas y detenidas en el predio.
Hasta la fecha las autoridades no han ofrecido un registro preciso de los restos encontrados en el lugar.
La Fiscalía del estado de Jaslisco confirmó el hallazgo de siete lotes de restos óseos fragmentados con indicios de exposición térmica, 400 prendas e indumentarias y 96 casquillos de diversos calibres.
De momento la Fiscalía estatal ha descartado que allí operara un crematorio clandestino, tal como denunciaron activistas, debido a que no se localizó ninguna estructura para incinerar los cuerpos, por lo que se presume que fueron quemados con la ayuda de leña o de otro producto para generar combustión.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, condenó el lunes las fallas que rodearon las investigaciones en el predio y dijo que era “verdaderamente preocupante” que no se haya continuado con las evaluaciones del terreno luego de la primera intervención de septiembre pasado.
Tras calificar como “terrible” el hallazgo, la presidente Claudia Sheinbaum indicó en su conferencia de prensa matutina que el Gabinete de Seguridad está en contacto con Lemus para coordinar acciones con la Fiscalía General de la República y considerar que esa instancia atraiga el caso.