Por KIM TONG-HYUNG
SEÚL (AP) — El líder de la oposición surcoreana, Lee Jae-myung, ampliamente considerado como el favorito en una elección presidencial anticipada provocada por la destitución del presidente Yoon Suk Yeol la semana pasada, anunció oficialmente su candidatura presidencial el jueves, prometiendo sanar una nación profundamente dividida a través del crecimiento económico.
Lee, quien perdió por poco los comicios de 2022 ante Yoon, lideró la campaña del Partido Demócrata progresista para destituir al expresidente por su declaración de ley marcial en diciembre.
Lee renunció recientemente como presidente del partido para centrarse en la campaña para las elecciones del tres de junio. Se le considera el claro favorito en las primarias del partido. Kim Dong-yeon, el gobernador demócrata de la provincia de Gyeonggi y un veterano en la formulación de políticas financieras, también dijo a los periodistas el miércoles que tiene la intención de postularse para presidente.
La caída de Yoon ha dejado al conservador Partido del Poder Popular en desorden, con aproximadamente 10 políticos que se espera busquen la nominación, lo que refleja una división entre los leales a Yoon, que aún controlan el liderazgo del partido, y los reformistas que piden un nuevo comienzo.
En un mensaje en video, Lee dijo que la saga de la ley marcial de Yoon expuso las profundas divisiones y conflictos sociales del país, y argumentó que la causa originaria era una creciente brecha entre ricos y pobres. Prometió un gasto gubernamental agresivo para impulsar el crecimiento económico y aliviar la polarización de ingresos.
“Tenemos más de lo que teníamos en el pasado, pero la riqueza está demasiado concentrada en ciertas áreas”, dijo Lee. “Con las tasas de crecimiento económico disminuyendo en todo el mundo, se ha vuelto difícil mantener y desarrollar una economía únicamente con la fuerza del sector privado. Sin embargo, con el desarrollo de talento liderado por el gobierno e inversiones extensas en investigación y desarrollo tecnológico, podemos revivir la economía”.
Lee dijo que era crucial mantener una alianza robusta con Estados Unidos y buscar la cooperación trilateral con Japón, pero enfatizó que el interés nacional de Corea del Sur debería ser lo primero en “cada decisión”.
Lee, quien ha servido como legislador, gobernador provincial y alcalde de ciudad, es adorado por sus seguidores por su estilo franco y se ha posicionado durante mucho tiempo como un antielitista. Sus críticos lo ven como un populista que aviva la división y demoniza a los oponentes conservadores mientras no ofrece planes de financiamiento realistas para lograr sus ambiciosos objetivos.
Kweon Seong-dong, líder de la bancada del Partido del Poder Popular y leal a Yoon, dijo que si Lee se convierte en presidente, “empoderará despiadadamente la espada del dogmatismo y la retribución” y profundizará aún más las divisiones del país.
Lee también enfrenta sus propios problemas legales, con cinco juicios diferentes por corrupción y otros cargos penales.
A principios de este mes, la Corte Constitucional ratificó la destitución de Yoon por parte de la legislatura y lo removió formalmente del cargo por el decreto de ley marcial, provocando una elección presidencial anticipada dentro de 60 días. El próximo presidente servirá un mandato completo de cinco años.
Se esperaba que el exlíder del PPP, Han Dong-hoon, quien encabeza la facción contraria a Yoon del partido, anunciara su candidatura presidencial el jueves. Entre los aspirantes presidenciales conservadores, el exministro de Trabajo Kim Moon Soo está considerado como el más afín a Yoon.
Kim, el alcalde de Daegu, Hong Joon-pyo, y el legislador veterano del PPP Ahn Cheol-soo —un exempresario de software informático y tres veces candidato presidencial— han declarado sus intenciones de postularse para presidente. Se espera que el alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, entre en la contienda más adelante.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.