Por SYLVIE CORBET
PARÍS (AP) — El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está de vuelta en el centro de la diplomacia global buscando suavizar las relaciones con el presidente Donald Trump, defendiendo un plan de paz para Ucrania junto a su homólogo británico y viendo cómo su antiguo deseo de fortalecer la defensa europea se convierte en realidad.
Hace seis meses, Macron parecía más débil que nunca después de que su convocatoria de elecciones legislativas anticipadas produjera un parlamento dividido, lo que desató una crisis sin precedentes. Conocido por su activismo político incesante, Macron centró su atención en la política exterior, dejando las luchas internas en gran medida al primer ministro.
Ahora, se presenta como el único líder que habla con Trump varias veces a la semana y toma la iniciativa en el apoyo europeo a Ucrania, mientras se posiciona como el comandante en jefe de la única potencia nuclear de la Unión Europea.
Jugador clave en el mundo
Macron, de 47 años, es uno de los pocos líderes que conoció a Trump durante su primer mandato, manteniendo a pesar de las diferencias una relación cordial que ambos describen como “amistad”.
Fue el primer líder europeo en visitar a Trump después de su reelección e intentó persuadirle de no abandonar a Ucrania para buscar un acuerdo de paz con Rusia.
Macron también es un peso pesado de la política europea, y los cambios en las políticas de Estados Unidos dieron impulso a los puntos de vista que defendió durante años.
Desde que fue elegido por primera vez en 2017, Macron ha abogado por una Europa más fuerte y soberana. Ese mismo año, en un discurso contundente en la Universidad de la Sorbona, pidió una política de defensa europea común, con mayor cooperación militar e iniciativas de defensa conjunta.
Más tarde lamentó la “muerte cerebral” de la alianza militar de la OTAN, insistiendo en que la UE debería intensificarse y comenzar a actuar como una potencia mundial estratégica.
El jueves, los líderes de la UE se comprometieron a fortalecer las defensas y liberar cientos de miles de millones de euros para seguridad tras las advertencias de Trump de que podrían enfrentar la amenaza rusa solos.
Poder nuclear
En una enérgica declaración la semana pasada, Macron anunció que comentaría la extensión del sistema de disuasión nuclear de Francia a socios europeos para ayudar a proteger el continente.
El poder nuclear de Francia es heredado de la estrategia establecida por el general Charles de Gaulle, héroe de guerra y presidente de 1958 a 1969, quien buscó mantener la independencia de Francia respecto a Estados Unidos y afirmar el papel del país como potencia global. Esto se logró a través del desarrollo de un arsenal nuclear francés independiente.
Polonia y las naciones bálticas acogieron la propuesta.
El ministro francés de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, elogió los esfuerzos de Macron, diciendo que estaban destinados a asegurar que “frente a esta conmoción mundial, los europeos no sean espectadores, sino actores”.
Nuevos socios británicos y alemanes
Otros actores clave parecen respaldar el enfoque de Macron.
El primer ministro británico, Keir Starmer, en el cargo desde hace ocho meses, ha buscado una cooperación defensiva más estrecha con Europa como parte de un “reinicio” con la UE tras años de acritud por el Brexit.
Macron y Starmer lideran ahora un esfuerzo diplomático desesperado para fortalecer las defensas de Ucrania, elaborando un plan de paz con Kiev en su núcleo. Ese plan incluye la posibilidad de enviar tropas europeas a Ucrania para hacer cumplir un posible acuerdo de paz.
Mientras tanto, el ganador de las elecciones en Alemania, el conservado Friedrich Merz, dijo que su máxima prioridad sería “fortalecer a Europa lo antes posible” y avanzar gradualmente hacia una “verdadera independencia” de Estados Unidos.
Apenas tres días después de su victoria el mes pasado, Merz, quien ha pedido un diálogo sobre “compartición nuclear” con Francia, viajó a París para una cena de trabajo con Macron.
No se emitió ninguna declaración tras la reunión, pero funcionarios franceses con conocimiento del asunto dijeron que las posiciones de ambos hombres para Europa están alineadas. Hablaron de forma anónima porque las conversaciones no debían hacerse públicas.
Críticas de Rusia
El Ministerio ruso de Exteriores acusó a Macron de “militarismo demostrativo dictado por la agenda interna”.
El ministerio dijo que Macron busca distraer al público francés de “los problemas socioeconómicos que empeoran en Francia y la Unión Europea”.
Moscú desestimó la oferta de disuasión nuclear de Macron como “extremadamente confrontacional”, diciendo que los comentarios reflejaban las ambiciones de París de “convertirse en el ‘patrón’ nuclear de toda Europa”, a pesar de que las fuerzas nucleares de Francia son mucho más pequeñas que las de Estados Unidos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, hizo una comparación con Napoleón, diciendo que algunas personas “quieren regresar a los tiempos de Napoleón, olvidando cómo terminó”, en referencia a la fallida invasión de Rusia por parte del emperador en 1812. Macron respondió llamando a Putin “un imperialista”.
Rejuvenecido en casa
Reelegido en 2022, Macron se esforzó el año pasado por no perder relevancia después de que su convocatoria de elecciones legislativas anticipadas llevara a una situación caótica en el parlamento, que retrasó la aprobación del presupuesto estatal y forzó la rápida sustitución del primer ministro.
Sin embargo, la Constitución francesa otorga al presidente competencias considerables en política exterior, asuntos europeos y defensa. Macron tiene un mandato presidencial hasta 2027 y ha dicho que no renunciará antes del final de su mandato.
El activismo de Macron en el escenario global atrajo críticas de los líderes de la oposición.
El vicepresidente del partido de ultraderecha Agrupación Nacional, Sébastien Chenu, describió el carácter “cambiante” de Macron como “uno de los mayores problemas” para la diplomacia francesa. “Ofendió a muchas personas, a menudo cambió de opinión”, dijo Chenu.
La líder del grupo de izquierda radical Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, también expresó preocupaciones.
“La situación es demasiado seria y el presidente de la República está demasiado debilitado para decidir por su cuenta”, dijo. “No solo queremos ser consultados. (…) Depende del parlamento decidir sobre asuntos tan serios”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.