Por HANNA ARHIROVA y VASILISA STEPANENKO
BOBRYK, Ucrania (AP) — A medida que crece la incertidumbre en las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania, los lazos informales con algunos filántropos estadounidenses, construidos durante tres años de guerra con Rusia, se mantienen firmes.
Uno de esos benefactores es Howard G. Buffett, un republicano e hijo del inversionista multimillonario Warren Buffett. Está realizando su 18ª visita a Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022. El viaje se produce mientras la nueva administración estadounidense liderada por el presidente Donald Trump intenta negociar un alto al fuego temporal entre Rusia y Ucrania. Pero los combates han continuado, y sigue sin estar claro si Estados Unidos mantendrá su apoyo a Ucrania para repeler la invasión rusa.
“No cambia nada de lo que hacemos, seguimos por el mismo carril”, dijo Buffett a The Associated Press, agregando que su fundación superará los 1.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania este año. Calificó la perspectiva de un acuerdo de paz como “imposible”.
“Putin no lo quiere, y no lo respetará”, afirmó. “No hay una manera fácil de terminar la guerra. Así que seguiremos mientras sea necesario”.
La AP se reunió con Buffett a bordo de un tren con la ministra de Economía de Ucrania, Yuliia Svyrydenko, el sábado. El compromiso compartido entre Buffett y la ministra con el desminado humanitario los unió en 2023, y han mantenido un contacto cercano desde entonces. Svyrydenko lo llama “uno de los mayores amigos de Ucrania”.
Buffett es uno de varios estadounidenses de todo el espectro político que apoyan el esfuerzo bélico de Ucrania, ya sea a través de ayuda financiera o servicio militar voluntario. Dicen que Estados Unidos no ha hecho lo suficiente para ayudar a Ucrania a derrotar a Rusia en los últimos años.
En este viaje, Buffett y Svyrydenko viajaron a la región norteña de Sumy, donde la situación ha empeorado significativamente tras la pérdida de terreno de las fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk. Visitaron las aldeas de Popivka y Bobryk, que, al igual que gran parte de la región, se encuentran en una zona de alto riesgo por minas terrestres. Partes del área fueron ocupadas por fuerzas rusas en 2022 y ahora se consideran potencialmente contaminadas. También se detuvieron en una escuela local que había sido reubicada en un sótano, donde los niños ahora estudian incluso durante alertas de ataques aéreos.
La fundación de Buffett, que se centra en necesidades humanitarias como la agricultura, la infraestructura y el desminado, ha contribuido con unos 800 millones de dólares a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, incluidos 175 millones de dólares en desminado humanitario. El ministerio de Svyrydenko es responsable de la infraestructura de desminado humanitario de Ucrania.
“Él entiende muy bien que si un país que puede alimentar a 400 millones de personas no puede despejar sus minas y pierde al menos 12.000 millones de dólares de PIB cada año debido a tierras minadas, eso es un problema mayor”, declaró Svyrydenko sobre Buffett.
Según el Ministerio de Economía de Ucrania, el sector agrícola del país ha perdido el 20,5% de sus tierras de cultivo desde la invasión, debido a minas terrestres, ocupación y combates en curso. Aproximadamente 139.000 kilómetros cuadrados (53.670 millas cuadradas) de tierra ucraniana — aproximadamente del tamaño del estado de Nueva York — están potencialmente minados. Dos tercios de ese territorio consisten en tierras de cultivo fértiles donde generaciones de ucranianos han cultivado trigo.
Desde el comienzo de la guerra, 335 personas han muerto y 823 han resultado heridas en incidentes relacionados con minas. Se estima que 6,1 millones de personas viven en áreas consideradas en riesgo de contaminación por minas terrestres.
A pesar de las relaciones tensas y la creciente incertidumbre en Estados Unidos, Buffett indicó que cree que muchos legisladores estadounidenses aún apoyan los principios de libertad y democracia y no abandonarán a Ucrania mientras lucha por su soberanía. “Al final del día, creo que Estados Unidos hará lo correcto, pero puede ser un proceso doloroso y puede haber muchos más ucranianos que mueran”, afirmó.
La Fundación Buffett financió varias delegaciones bipartidistas del Congreso de Estados Unidos a Ucrania en 2023 y planea llevar otro grupo en mayo. Buffett, cuya fundación ha trabajado en zonas de conflicto durante más de dos décadas, señaló que presenciar las condiciones de primera mano es fundamental para comprender la magnitud de la guerra. Recordó un viaje en particular, de Járkiv a Borova, cerca de la línea del frente, donde pasó por pueblo tras pueblo arrasado por los ataques rusos.
Agregó que las atrocidades cometidas en ciudades como Bucha, Borodyanka e Irpin, donde las fuerzas rusas fueron acusadas de torturar, violar y ejecutar a civiles, a menudo se olvidan fuera de Ucrania. “Por eso es tan importante estar presente. Escucharlo de las personas que lo viven es la única manera de entenderlo verdaderamente”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.