Por MATTHEW LEE, REBECCA SANTANA y MOGOMOTSI MAGOME
DULLES, Virginia, EE.UU. (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump recibió el lunes a un grupo de 59 sudafricanos blancos que llegaron como refugiados, afirmando que enfrentan discriminación y violencia en su país de origen, lo que Sudáfrica niega rotundamente.
La decisión de admitir a los afrikáneres también ha suscitado cuestionamientos por parte de los grupos defensores de los refugiados sobre por qué fueron admitidos mientras la Casa Blanca ha suspendido los esfuerzos para reasentar a personas que huyen de la guerra y la persecución y que han pasado por un proceso de verificación de varios años.
Muchos de los refugiados sudafricanos que llegaron el lunes —incluidos bebés y niños, incluso uno que caminaba descalzo en pijama— sostenían pequeñas banderas estadounidenses mientras dos funcionarios les daban la bienvenida a Estados Unidos en un hangar de aeropuerto ubicado a las afueras de Washington. Los sudafricanos partieron posteriormente en otros vuelos hacia distintos lugares dentro de Estados Unidos.
Se tenía previsto un grupo de 49 afrikáneres, pero el Departamento de Estado señaló el lunes que habían llegado 59.
“Quiero que todos sepan que realmente son bienvenidos aquí y que respetamos lo que han tenido que enfrentar estos últimos años”, declaró el subsecretario de Estado Christopher Landau.
El presidente Donald Trump dijo a los periodistas horas antes el lunes que los recibía como refugiados debido al “genocidio que está ocurriendo”. Afirmó que en la Sudáfrica post-apartheid, los agricultores blancos están “siendo asesinados” y planea abordar el tema con el gobierno sudafricano la próxima semana.
El gobierno de Sudáfrica, expertos, e incluso el grupo afrikáner AfriForum disputan rotundamente esos señalamientos, aunque la organización afirma que el gobierno no está tomando en serio los ataques a granjas.
El gobierno de Sudáfrica dice que las acusaciones de Estados Unidos de que la minoría blanca afrikáner es objeto de una persecución son “completamente falsas”, y son resultado de desinformación y una visión imprecisa del país. Mencionó el hecho de que los afrikáneres son algunas de las personas más ricas y exitosas del país.
La perspectiva desde Sudáfrica
En un discurso durante una conferencia de negocios en Costa de Marfil, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa destacó el lunes que recientemente sostuvo una conversación con Trump y le dijo que su gobierno había recibido información falsa de grupos que presentaban a los blancos como víctimas debido a los esfuerzos por corregir los errores históricos del colonialismo y el anterior sistema de apartheid de segregación racial forzada en Sudáfrica, que oprimió a la mayoría negra.
“Tuve una conversación telefónica con el presidente Trump y me preguntó, ‘¿Qué está pasando allá?’ y le dije que lo que le están diciendo esas personas que se oponen a la transformación en Sudáfrica no es cierto”, señaló Ramaphosa
Los afrikáneres constituyen el grupo blanco más grande de Sudáfrica y estuvieron al frente del gobierno del apartheid, que impuso una brutal segregación racial durante casi 50 años antes de llegar a su fin en 1994. Aunque Sudáfrica ha tenido éxito en gran medida en lo referente a reconciliar su diversidad racial, aún persisten tensiones entre algunos partidos políticos negros y algunos grupos afrikáneres.
El gobierno de Trump ha afirmado falsamente que el gobierno le ha ha confiscado las tierras a los sudafricanos blancos al amparo de una nueva ley de expropiación que promueve una “confiscación racialmente discriminatoria de propiedades”. No se ha expropiado ningún terreno.
Desde su primer mandato, en 2018, Trump ha promovido las acusaciones de que los agricultores blancos están siendo asesinados en grandes números en Sudáfrica.
Analistas conservadores han promovido los señalamientos de un genocidio contra los agricultores blancos, y el aliado de Trump Elon Musk, quien nació en Sudáfrica, ha publicado en redes sociales que algunos políticos de la nación africana “promueven activamente el genocidio blanco”.
Sudáfrica tiene niveles extremadamente altos de violencia, y los agricultores blancos han sido asesinados en comunidades rurales afrikáneres. El problema ha existido durante décadas. El gobierno condena esos asesinatos pero dice que son parte de los problemas del país con la delincuencia.
“No hay ningún dato en absoluto que respalde que exista una persecución de sudafricanos blancos o afrikáneres blancos en particular que son agricultores”, subrayó el ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Ronald Lamola. “Los agricultores blancos se ven afectados por el crimen al igual que cualquier otro sudafricano que se ve afectado por el crimen. Así que esto no es factual, no tiene fundamentos”.
EEUU afirma que los sudafricanos blancos han sido objeto de ataques
Landau aseguró que muchos de los que llegaron el lunes experimentaron “invasiones amenazantes de sus hogares, sus granjas y una verdadera falta de interés o éxito del gobierno en hacer algo sobre esta situación”.
Todos ellos cumplieron con estrictos estándares de verificación, incluida la capacidad de asimilar la cultura estadounidense, destacó Landau. Los críticos del programa de refugiados insinúan que no se verificó debidamente a los refugiados, aunque los partidarios afirman que pasan por algunas de las verificaciones más estrictas para cualquier persona que busca venir a Estados Unidos.
En su primer día en el cargo, Trump suspendió indefinidamente el programa de reasentamiento de refugiados, el cual había contado históricamente con un amplio apoyo bipartidista. Un mes después, anunció un plan para reasentar a los agricultores sudafricanos blancos y sus familias como refugiados.
Los partidarios del programa de refugiados cuestionan cómo es que el gobierno puede justificar la admisión de este pequeño grupo mientras mantiene fuera a otras personas que viven en zonas de conflicto en distintas partes del mundo.
La senadora demócrata Jeanne Shaheen calificó la medida como un esfuerzo por “reescribir la historia”.
“El gobierno debe aclarar por qué estos individuos califican para el estatus de refugiado y reasentamiento en Estados Unidos y por qué se les ha dado prioridad sobre otros refugiados como los afganos, rohinyás birmanos y sudaneses que han huido de sus hogares debido a conflictos y persecución”, declaró el lunes en un comunicado.
Quién puede venir desde Sudáfrica de acuerdo con la orden de Trump
Según la Embajada de Estados Unidos en Sudáfrica, los solicitantes deben ser ciudadanos sudafricanos de etnia afrikáner o miembros de una minoría racial, y deben poder demostrar un historial de persecución o temor a la persecución.
Los afrikáneres, quienes descienden principalmente de colonos holandeses y franceses, son alrededor de 2,7 millones de los 62 millones de habitantes de Sudáfrica, en donde más del 80% de la población es de raza negra.
El Congreso estableció el programa de refugiados de Estados Unidos en 1980, y grupos han presentado demandas para restablecer sus operaciones después de la suspensión de Trump.
Tradicionalmente, para calificar como refugiado, los solicitantes deben demostrar un temor bien fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política. Los refugiados son distintos de los solicitantes de asilo porque los refugiados deben estar fuera de Estados Unidos para ser elegibles.
Una red de agencias de reasentamiento generalmente ayuda a los refugiados a establecerse en sus nuevos hogares, y reciben 90 días de asistencia federal para cosas como el alquiler. Sin embargo, el servicio de migración de la Iglesia episcopal se niega a cumplir con la directiva del gobierno federal para ayudar a reasentar a los sudafricanos blancos, mencionando el compromiso de larga data de la Iglesia con la “justicia racial y la reconciliación”.
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Santana informó desde Washington y Magome desde Johannesburgo. El periodista de Associated Press Gerald Imray, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.