Por CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON (AP) — La inflación en Estados Unidos probablemente disminuyó en marzo luego de que el costo de la energía, los autos usados y las habitaciones de hotel pudiese haber caído, aunque los aranceles restantes ordenados por el presidente Donald Trump podrían elevar los precios pronto.
Se prevé que el Departamento del Trabajo informe el jueves que los precios al consumidor probablemente aumentaron 2,6% en marzo en comparación con hace un año, según proyecciones de economistas compiladas por FactSet. Eso sería una disminución respecto al aumento anual del 2,8% en febrero. Excluyendo las volátiles categorías de los alimentos y la energía, se prevé que los precios hayan aumentado 3%, por debajo del 3,1% de febrero.
Las cifras proyectadas, si son precisas, dejarían entrever que la inflación está comenzando a enfriarse nuevamente después de permanecer elevada durante la mayor parte del otoño y el invierno. La inflación subyacente estuvo estancada en 3,3% durante cinco meses antes de disminuir en febrero.
Aun así, la inflación sigue por encima del objetivo del 2% establecido por los encargados de combatirla en la Reserva Federal. Y en términos mensuales, se prevé que los precios subyacentes aumenten 0,3% en marzo. Si se mantiene, a ese ritmo los aumentos de precios superarían fácilmente el objetivo de la Fed. Sin embargo, se prevé que los precios generales se incrementen sólo 0,1% en marzo. Los economistas prestan más atención a las cifras subyacentes porque proporcionan una mejor guía de hacia dónde se dirige la inflación.
La mayoría de los economistas habían pronosticado una mayor inflación este año a consecuencia de los amplios aranceles a 60 naciones que Trump anunció la semana pasada. Sin embargo, el miércoles el mandatario pausó esos aranceles por 90 días. Un arancel universal del 10% permanece en vigor, así como aranceles del 25% sobre el acero, aluminio, automóviles y muchos artículos de Canadá y México.
Y los impuestos de importación a China se han incrementado al 125%, después de que Beijing tomara represalias contra las decisiones anteriores de Trump de imponer amplios aranceles a las importaciones del país asiático.
Incluso con la pausa, muchas empresas aún no logran dilucidar hacia dónde se encaminará la política comercial del país. Trump también ha dicho que se impondrán aranceles a las importaciones farmacéuticas.
Es probable que los consumidores vean algunos precios aumentar debido a los aranceles existentes, incluidos los enormes aranceles sobre China. Estados Unidos importa más de 60.000 millones de dólares en iPhones y otros teléfonos móviles cada año desde esa nación, así como grandes cantidades de ropa, zapatos y juguetes.
Probablemente muchas empresas estadounidenses trasladarán su producción fuera de China, un proceso que ya había comenzado durante el primer mandato de Trump, en el que impuso aranceles a algunas de sus exportaciones. Aun así, Beijing sigue siendo el tercer socio comercial más grande de Washington.
Sin embargo, trasladar las cadenas de suministro fuera de China probablemente tomará tiempo y conllevará sus propios costos, lo que podría incrementar los precios para los consumidores estadounidenses en los próximos meses.
La semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que el banco central probablemente mantendría su tasa de interés clave sin cambios en aproximadamente 4,3% mientras aguardaba a ver cómo las políticas de Trump impactaban la economía. Trump le pidió a la Fed el viernes que redujera las tasas.
“Hay mucha espera y observación, incluso por parte de nosotros”, manifestó Powell. “Y eso parece ser lo correcto en este período de incertidumbre”.
____
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.