Por JULIE CARR SMYTH
Un juez federal ordenó el viernes por la noche al gobierno del presidente Donald Trump que facilite el regreso de un guatemalteco que deportó a México a pesar de sus temores de sufrir daños en ese país.
El hombre, que es gay, estaba protegido en aquel momento contra la deportación a su país de origen según una orden de un juez de inmigración de Estados Unidos. Sin embargo, Estados Unidos lo subió a un autobús y lo envió a México, una expulsión que, según el juez de distrito Brian Murphy, probablemente “carecía de cualquier apariencia de debido proceso”.
Posteriormente, México lo envió a Guatemala, donde está escondido, según documentos judiciales. En un procedimiento judicial anterior se determinó que el hombre, identificado por las iniciales O.C.G., corría el riesgo de persecución o tortura si regresaba a Guatemala, pero también temía regresar a México. Presentó pruebas de haber sido violado y retenido en ese país a cambio de un rescate mientras buscaba asilo en Estados Unidos.
“Nadie ha sugerido jamás que O.C.G. represente algún tipo de amenaza para la seguridad”, escribió Murphy. “En general, este caso no presenta hechos especiales ni circunstancias legales, solo el horror banal de un hombre siendo erróneamente subido a un autobús y enviado de vuelta a un país donde presuntamente acababa de ser violado y secuestrado”.
Se dejó un mensaje al Departamento de Seguridad Nacional para solicitar sus comentarios.
La orden de Murphy se suma a una serie de conclusiones de los tribunales federales en contra de las recientes deportaciones emprendidas por el gobierno de Trump. Entre ellas, ha habido otras a terceros países y la deportación errónea de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño que vivió en Maryland durante aproximadamente 14 años, trabajando y criando una familia.
La Corte Suprema de Estados Unidos ordenó al gobierno de Trump que facilitara el regreso de Ábrego García a Estados Unidos desde una notoria prisión salvadoreña, rechazando la afirmación de la Casa Blanca de que no podía recuperarlo tras deportarlo por error. La Casa Blanca y el presidente salvadoreño han dicho que no tienen poder para devolverlo. El gobierno de Trump ha intentado invocar el privilegio de secretos de estado, argumentando que revelar detalles sobre el regreso de Ábrego García a Estados Unidos en un tribunal abierto, o incluso al juez en privado, pondría en peligro la seguridad nacional.
En su fallo del viernes, Murphy hizo referencia a la disputa sobre el verbo “facilitar” en ese caso y otros, diciendo que regresar a O.C.G. a Estados Unidos no es tan complicado.
“El Tribunal señala que ‘facilitar’, en este contexto, debería llevar menos carga que en otros casos notables”, escribió. “O.C.G. no está retenido por ningún gobierno extranjero. Los demandados han declinado presentar cualquier argumento de que facilitar su regreso sería costoso, oneroso o de alguna manera impediría los objetivos del gobierno”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.