Juicio por muerte Maradona: Defensas cargan contra jueza; polémica por supuesto documental

Por SERGIO FARELLA

BUENOS AIRES (AP) — El juicio por la muerte de Diego Maradona entró en terreno fangoso el jueves, cuando la defensa de uno de los profesionales de la salud acusados de homicidio pidió el apartamiento de una de las juezas que integran el tribunal por supuesta parcialidad, incluido su presunto involucramiento en la realización de un documental sobre el proceso.

La petición fue presentada por el abogado del neurocirujano Leopoldo Luque, quien fungía como médico de cabecera de Maradona al momento de su muerte.

El abogado Julio Rivas argumentó que la jueza Julieta Makintach no era imparcial y apuntó a su forma de interrogar durante las audiencias.

Rivas también sostuvo que días atrás se comunicó con él alguien de la cadena inglesa BBC para pedirle una entrevista en virtud que estaban realizando un documental del juicio. Agregó que le había llegado la información de que la supuesta productora involucrada en el documental estaba asociada con Juan Makintach, hermano de la jueza.

La jueza Makintach dijo que desconocía si había o no un documental en proceso. Reconoció que su hermano labora en la industria de la producción audiovisual, pero dijo que de ninguna manera estaba realizando un documental o contenido semejante vinculado al caso Maradona.

Rivas señaló que dos personas que estaban en la sala de audiencias podrían ser parte de la BBC o alguna productora que estuviera realizando algún proyecto audiovisual. Fue entonces que un hombre y una mujer presentes se identificaron y aseguraron que eran “escritores” que habían acudido por el interés público que generaba el caso y desmintieron trabajar para la BBC o alguna productora.

Al pedido de apartamiento contra la jueza también se sumó la defensa de la psiquiatra Agustina Cosachov, otra de las imputadas, luego que ella misma fuese sometida a un interrogatorio muy vehemente por parte de esa jueza días atrás.

“Me parece un disparate y me sentí agraviada”, dijo notablemente molesta la jueza Makintach cuando pidió la palabra para contestar el pedido.

Finalmente, la recusación de la jueza fue desestimada de forma “unánime” por los tres integrantes del tribunal, pero esa larga discusión obligó a postergar para el martes la indagatoria que por primera vez dará el psicólogo Carlos Díaz, también acusado.

Maradona falleció a los 60 años de un paro cardio-respiratorio el 25 de noviembre de 2020 mientras transitaba una internación domiciliaria en una casa rentada en Tigre, suburbio al norte de Buenos Aires, tras someterse a una cirugía para eliminar un coágulo de sangre en su cerebro a principios de noviembre del mismo año.

Además de Luque, Cosachov y Díaz, están en el banquillo de los acusados los médicos Nancy Forlini y Pedro Di Spagna; Mariano Perroni, representante de la empresa que ofrecía el servicio de enfermería, y el enfermero Ricardo Almirón, quienes estuvieron involucrados en la internación domiciliaria de la leyenda del fútbol.

Son juzgados por el delito de homicidio simple por dolo eventual —el victimario sabe que su conducta puede ocasionar un daño, pese a lo cual continúa con la acción. El ilícito se castiga con una pena máxima de 25 años de prisión.

El jueves sólo hubo tiempo para la declaración del acompañante terapéutico Carlos Bacchini, quien trabajó como tal en la Clínica Olivos en noviembre del 2020 cuando operaron a Maradona de un hematoma de la cabeza y laboró luego unos pocos días en la casa de Tigre, antes de la muerte del astro.

Bacchini dijo que él pudo tener una buena relación con Maradona y que lo asistió en la casa de Tigre para ir al baño y estar atento a lo que necesitara. El testigo agregó que le llamó la atención que al paciente en una oportunidad le dieron de comer Osobuco, un corte de carne con mucha grasa y no recomendable para alguien que padece de problemas cardíacos.

Durante su estadía en la casa del 11 al 13 de noviembre, Bacchini dijo que no vio que personal médico le hubiera tomado los signos vitales u otro control a Maradona. Detalló que su acompañamiento en la casa finalizó porque supuestamente el Diez “no quería mucha gente en la casa”.

El acompañante terapéutico dijo que Maradona “estaba feliz cuando estaba con sus hijos” pero “se iban ellos y se apagaba”.

Para el martes próximo está prevista la declaración de otro de los acompañadores terapéuticos y la indagatoria del psicólogo Díaz, quien en los últimos días quedó comprometido al reproducirse durante el juicio una serie de audios de cuando Maradona estaba internado, en los que se refería despectivamente a él y su familia.

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