Por TIM REYNOLDS
LAKE PLACID, Nueva York, EE.UU. (AP) — No nieva en Jamaica. Ni en Malta. Ni en Ghana. En Tailandia y Malasia se han registrado ligeras nevadas esporádicas. Y nadie piensa en España, Colombia, Israel, Brasil y Taiwán como potencias en deportes de invierno.
Aun así, todos están deslizándose.
Esas diez naciones —con un total combinado de cinco medallas olímpicas de invierno, todas ganadas por España— fueron parte de una participación récord de 38 naciones en los campeonatos mundiales de bobsled y skeleton en Lake Placid, una señal de que estos deportes siguen creciendo. Se espera que algunos de los atletas de esas naciones, incluso sin una pista de deslizamiento en sus países y a miles de kilómetros de una pista, compitan en los Juegos Olímpicos el próximo invierno.
“Estoy realmente feliz de que más naciones estén aquí, y que este deporte esté creciendo”, dijo Adanna Johnson, piloto de bobsled de 17 años de Jamaica, después de terminar la carrera de monobob en Lake Placid la semana pasada. “Nada más se permiten que tres trineos de las naciones más grandes compitan en los Juegos Olímpicos y eso permite que las naciones más pequeñas suban en el ranking”.
Es cierto que hay lugares reservados en los Juegos Olímpicos para naciones que están desarrollando equipos para competir en el escenario más grande del deporte. Por eso han podido estar representados Puertos Rico, Samoa Americana, Bermudas, Grecia, India, Irlanda, Nigeria, Trinidad y Tobago, Tonga y las Islas Vírgenes en los Juegos.
Jonathan Yaw, en el skeleton, quiere añadir a Malasia a esa lista. Es un exjugador de balonmano de Australia que compite para Malasia —el país donde nació y la tierra natal de su padre— en gran parte debido a un programa de legado establecido en el sudeste asiático para promover los deportes de invierno después de los Juegos de Pyeongchang 2018.
Yaw terminó en el puesto 29 en el mundial la semana pasada. De 29 trineos, eso es.
“Tenemos algunos buenos embajadores para nuestro deporte”, dijo Yaw. “Y, ya sabes, en el deporte, a veces hay arrogancia y presunción. Quiero mostrar a la gente que se puede ser humilde. Puedes simplemente agachar la cabeza y trabajar duro y aún así lograr buenos resultados y ser un buen modelo a seguir para los niños”.
Yaw ha tenido cierto éxito, y hay una niña en Lake Placid que tiene prueba de eso. Es la dueña de la primera medalla que Yaw ganó en una carrera de la Copa de América del Norte y la llevó a la ceremonia de apertura del evento la semana pasada.
“Ella en realidad comenzó en skeleton en Lake Placid por esa medalla y porque me conoció”, dijo Yaw. “Eso me hace llorar. Si puedo hacer eso por un niño, entonces en una plataforma como los Juegos Olímpicos o los campeonatos mundiales, espero poder hacer mucho más”.
Shannon Galea —quien trabaja para el Comité Olímpico Canadiense— es ahora una deslizadora de skeleton que representa a Malta por la herencia de su padre y abuelos. Ella entrena cuando puede en Lake Placid ahora y tiene atletas de Malta y otros lugares que se comunican para recibir orientación sobre cómo pueden intentar convertirse en olímpicos.
Al igual que Yaw, ella terminó en el último lugar en la carrera mundial femenina.
“Quedar el último lugar no es divertido”, dijo Galea. “Pero tengo suerte. Muchos colegas son solidarios”.
Galea destacó otros deportes cuando era niña. El softbol probablemente fue el más destacado, lanzando a gran velocidad y ahora deslizándose cabeza abajo por montañas a velocidades aún más rápidas —alcanzó en Lake Placid la semana pasada alrededor de 72 mph— para perseguir esa esperanza olímpica.
“Jugué cinco deportes universitarios”, dijo Galea. “Esto no es un deporte universitario. Esto es, ‘sal y sé un loco’”.
Los deportes de deslizamiento tienen algunas potencias tradicionales. Alemania ha sido durante mucho tiempo la nación más exitosa del mundo, ya sea en bobsled, skeleton o luge. Estados Unidos —con Kaysha Love en monobob y el equipo mixto de skeleton compuesto por Austin Florian y Mystique Ro— fue la única nación en ganar más de una medalla de oro en la primera semana de los campeonatos mundiales. Austria, Italia, Gran Bretaña, Suiza, Letonia y Canadá también están entre las naciones que tradicionalmente son fuertes.
China está en camino, respaldada por una inversión masiva por los Juegos de Beijing 2022. Brasil tuvo a una deslizadora —Nicole Rocha Silveira— que ganó dos medallas en la Copa del Mundo de skeleton femenino esta temporada y terminó cuarta en los campeonatos mundiales. Ucrania casi obtuvo su primera medalla de skeleton en un campeonato mundial este año también, con Vladyslav Heraskevych quien terminó cuarto lugar.
“Estamos mostrando lo que puede suceder si crees”, dijo Heraskevych. “Y si luchas”.
Este fenómeno de soñadores en los deportes de deslizamiento quizá tuvo su origen cuando Jamaica envió un equipo de bobsled a los Juegos Olímpicos de Calgary de 1988 —una historia que se convirtió en una película en 1993. La película está en gran parte ficticia, pero sigue siendo la parte más reconocible de la historia del bobsled jamaicano.
Johnson era gimnasta cuando fue reclutada para el deslizamiento. No sabía qué era “Cool Runnings”. Y ahora está viviendo su propia versión de la historia, después de haber visto finalmente la película.
“Nos hicieron verla”, dijo Johnson. “No tenía idea de cómo era”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.