PANAMÁ (AP) — Panamá comenzará el proceso de emisión de pases humanitarios para 112 migrantes deportados desde Estados Unidos que han estado detenidos en un campamento en la región del Darién desde el mes pasado.
El ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, dijo el viernes que los pases permitirían a los migrantes de varias nacionalidades —en su mayoría asiáticos— moverse libremente por Panamá mientras deciden sus próximos pasos.
Inicialmente los permisos serían válidos por 30 días, pero podrían renovarse por 90 días más para iniciar los trámites legales para retornar a sus países de origen o a un tercer país que los acoja.
Panamá ha sido cuestionada por grupos de derechos humanos por retener a los migrantes sin sus pasaportes o teléfonos celulares y en duras condiciones. Abogados habían hecho una petición a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en nombre de los migrantes.
“Tienen exactamente 30 días para buscar cómo salir de Panamá”, dijo el ministro a periodistas. Los permisos serán entregados luego de entrevistas que no tomarán más de dos días, agregó Ábrego.
Según el ministro los migrantes se negaron a recibir ayudar de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) porque quieren resolver su situación migratoria por su cuenta.
“Panamá ha decidido respetar esto y que ellos en ese sentido empiecen a buscar hacia dónde irse”, dijo el ministro.
El pasado 12 de febrero Panamá recibió 299 migrantes en tres vuelos procedentes de Estados Unidos. Como parte de un acuerdo con el gobierno de Donald Trump, Panamá y Costa Rica actúan como “puentes” deteniendo temporalmente a los deportados mientras son devueltos a sus países de origen.
En un principio los migrantes fueron encerrados en habitaciones de un hotel en la capital panameña y los que se negaron a regresar a sus países fueron enviados a un campamento rural cerca del Tapón del Darién, un peligroso paso migratorio en la selva entre Panamá y Colombia.
El campamento había sido originalmente construido como un centro de recepción de migrantes para abordar el flujo de cientos de miles de personas que en los últimos años viajaban al norte a través del Tapón del Darién.