Un panel de Oklahoma rechazó el viernes una solicitud de clemencia para un hombre condenado por torturar y asesinar a una niña de 10 años como parte de una fantasía caníbal, allanando el camino para que se convierta en la 25ta y última persona ejecutada en Estados Unidos este año.
Tres miembros de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma votaron unánimemente en contra de la clemencia para Kevin Ray Underwood, quien recibirá una inyección letal el jueves, en su 45to cumpleaños. Joseph Corcoran, de Indiana, fue ejecutado el miércoles por matar a cuatro hombres en 1997, en la que fue la primera ejecución en ese estado en 15 años.
Underwood fue condenado por matar a Jamie Rose Bolin, de 10 años, en 2006. La niña vivía en su complejo de apartamentos en Purcell, y Underwood admitió haberla llevado a su apartamento y haberla golpeado en la cabeza con una tabla de cortar antes de asfixiarla hasta la muerte.
Underwood admitió ante los investigadores, en una confesión grabada en video mostrada a la junta el viernes, que el asesinato formaba parte de una fantasía caníbal y que casi decapitó a la niña en su bañera antes de abandonar sus planes de comérsela.
“Quisiera disculparme con la familia de la víctima, con mi propia familia y con todas las personas en esa sala que tuvieron que escuchar los horribles detalles de lo que hice”, dijo Underwood a la junta a través de un video desde la Penitenciaría del Estado de Oklahoma. “No puedo creer que haya hecho esas cosas. La persona que era en las semanas previas a ese hecho no es quien soy ahora”.
Los abogados de Underwood argumentaron que no merecía la muerte debido a su largo historial de abusos y serios problemas de salud mental que incluían autismo, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno bipolar y de pánico, trastorno de estrés postraumático, trastorno de personalidad esquizotípica y varias parafilias sexuales.
Su madre, Connie Underwood, pidió entre lágrimas a la junta que le concediera clemencia a su hijo.
“No puedo imaginar el sufrimiento que la familia de esa preciosa niña vive cada día”, dijo Connie Underwood. “Ojalá hubiéramos entendido el dolor de él antes de que se produjera esta tragedia”.
La fiscal general adjunta, Aspen Layman, instó a la junta a rechazar la clemencia, calificando el crimen de Underwood como “uno de los asesinatos más notorios y depravados en la historia de Oklahoma”.
“El señor Underwood eligió a Jamie porque pensó que era pequeña, indefensa y una presa fácil”, dijo Layman. “Y aunque nosotros, como sociedad ilustrada, podemos ser magnánimos con aquellos que luchan con enfermedades mentales, también podemos esperar que se abstengan de planificar el asesinato, violación, tortura y canibalismo de niñas pequeñas de 10 años”.
Varios miembros de la familia de Bolin pidieron a la junta que rechazara la solicitud de clemencia de Underwood. El padre de la niña, Curtis Bolin, debía testificar ante la junta, pero su voz se quebró mientras sostenía su cabeza con la mano.
“Lo siento, no puedo”, dijo.
Underwood recibirá una inyección letal de tres fármacos el jueves en la cámara de ejecución de la Penitenciaría del Estado de Oklahoma en McAlester. Sería la cuarta ejecución en Oklahoma en lo que va del año, y la 25ta a nivel nacional.