Por PAN PYLAS
LONDRES (AP) — Los legisladores de Reino Unido regresaron el sábado al Parlamento en pleno receso de Semana Santa para aprobar un rescate de emergencia de la última fábrica del país que produce acero desde cero.
El primer ministro, Keir Starmer, convocó a los diputados a una sesión extraordinaria para debatir un proyecto de ley que busca impedir que los propietarios chinos de British Steel, Jingye Group, cierren los dos altos hornos en su planta de Scunthorpe, en el norte de Inglaterra, que son claves en el proceso de fabricación de acero.
Si la iniciativa sale adelante, como se espera, el secretario de Negocios, Jonathan Reynolds, tendrá el poder para dirigir a la junta de administración y la plantilla de la firma, asegurar que sus 2.700 trabajadores reciban su salario y encargar las materias primas necesarias para mantener los altos hornos en funcionamiento.
La decisión de presentar la norma ganó urgencia tras la reciente decisión de Jingye de cancelar los pedidos de las bolas de hierro utilizadas en los altos hornos. Sin ellas y otras materias primas como el carbón coquizable, tendrían que cerrar definitivamente, posiblemente en cuestión de días, ya que es extremadamente difícil y costoso reiniciar los altos hornos una vez que se han enfriado.
Eso significaría que Reino Unido sería el único país del Grupo de los Siete países industrializados que se quedaría sin la capacidad de fabricar su propio acero desde cero en lugar de a partir de chatarra. Las repercusiones serían enormes para industrias como la construcción, la defensa y el ferrocarril.
Jingye, que ha dicho que la planta de Scunthorpe es financieramente insostenible debido a las “difíciles condiciones de mercado” y al incremento de los costos ambientales, lleva meses buscando un rescate gubernamental, pero las conversaciones no han arrojado resultados exitosos. La decisión del mes pasado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% al acero importado fue otro golpe.
La última vez que se convocó a los legisladores para una sesión extraordinaria en sábado durante un receso fue en 1982, tras la invasión de las Islas Malvinas, en el Atlántico sur, por parte de Argentina.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.