Por DANIELLA MATAR
MILÁN (AP) — Una de las grandes estrellas del ciclismo espera finalmente ganar uno de los pocos títulos que aún se le resiste.
Tadej Pogacar mantiene una relación de amor-odio con la carrera Milán-San Remo a lo largo de los años.
Temporada tras temporada, ataque tras ataque, Pogacar aún no ha logrado dominar la carrera conocida como La Classicissima — la más larga de las clásicas de un día en Europa y la primera de la temporada.
“La Milán-San Remo es probablemente la carrera que me atormentará por más tiempo”, dijo el campeón de tres Tours de Francia a finales del año pasado.
Este podría ser el año en que su tormento termine, con el astro esloveno lista para cambiar las cosas.
En ediciones anteriores, Pogacar ha atacado en la famosa subida del Poggio, el ascenso corto pero empinado que se presenta poco antes de la meta de la carrera de casi 290 kilómetros (180 millas).
Pero, aunque es corto y empinado, la última subida de la carrera no tiene las pendientes brutales en las que Pogacar ha sobresalido tradicionalmente en sus victorias en el Tour, y sus rivales han logrado mantenerse pegados a su rueda antes de superarlo en el sinuoso descenso hacia la meta.
La alternativa obvia es atacar en la penúltima subida, en la Cipressa, que se encuentra a poco más de 20 kilómetros de la meta.
Otros han intentado eso en el pasado, pero el largo tramo de carretera plana entre la Cipressa y el Poggio siempre ha permitido que un gran grupo se recupere. La última vez que la Cipressa resultó decisiva fue hace más de 30 años.
Hay indicios señales de que eso es precisamente lo que Pogacar planea hacer.
Este invierno, vestido con su maillot de campeón del mundo, Pogacar fue visto acelerando en la Cipressa en lo que parecía ser un ensayo general para la carrera del sábado.
“Conozco muy bien el final del recorrido y esperamos iluminar la carrera el sábado. ¿Podemos ganar? Seguro que no será fácil, pero lo intentaremos con todas nuestras fuerzas”, dijo Pogacar el miércoles. “Como hemos visto en el pasado, hay varios escenarios en los que esta carrera puede terminar. Sin duda, tendremos un plan y nos pondremos en la mejor posición posible. Es una carrera que nos encantaría ganar”.
Hay más pistas de que Pogacar conjura un ataque en solitario a larga distancia para alejarse de sus rivales.
“Bromeando con Tadej, nos metimos en la cabeza hacer la Cipressa en menos de nueve minutos”, dijo recientemente su compañero de equipo en UAE Team Emirates, Tim Wellens.
Eso rompería el actual récord de escalada de la Cipressa de 9 minutos y 16 segundos, establecido en 1996 cuando Gabriele Colombo lanzó su ataque allí y continuó en solitario hacia la victoria.
Wellens y su compañero de equipo pueden haber estado bromeando. Pero cuando Pogacar bromea, el pelotón entra en pánico.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.