Por AKRAM OUBACHIR
RABAT, Marruecos (AP) — El Reino Unido se convirtió el domingo en el último país en respaldar la posición de Marruecos sobre el disputado Sahara Occidental, calificando su plan de mantener el territorio bajo control marroquí como “la forma más creíble, viable y pragmática” de resolver el conflicto que lleva décadas.
En una conferencia de prensa conjunta en la capital de Marruecos, el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, declaró que el Reino Unido estaba cambiando su posición para apoyar el plan de Marruecos de ofrecer al área una autonomía limitada bajo soberanía marroquí. Él y el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, elogiaron los lazos entre ambos países en materia de seguridad y comercio, destacando el papel de Marruecos como coanfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2030.
“El momento para una resolución y para avanzar en este asunto ya está muy atrasado, y fortalecería la estabilidad del norte de África”, indicó Lammy.
También reiteró su apoyo al proceso liderado por las Naciones Unidas y pidió a Marruecos que “amplíe los detalles de lo que la autonomía dentro del Estado marroquí podría implicar para la región”.
El Sahara Occidental es una franja de desierto costero rica en fosfatos y peces que las Naciones Unidas han considerado un “territorio no autónomo” durante casi 50 años de disputa. Es reclamado tanto por Marruecos como por el Polisario, un grupo pro-independencia que opera desde campamentos de refugiados en el suroeste de Argelia.
El cambio cumple uno de los principales objetivos de política exterior de Marruecos y convierte al Reino Unido en el tercer miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en respaldar su posición, después de Francia y Estados Unidos. Desde 1991, las Naciones Unidas han administrado una misión de mantenimiento de la paz diseñada para llevar a cabo un referéndum que determine el estatus del territorio disputado, todo el cual está bajo control de Marruecos, excepto por una pequeña franja cerca de la frontera con Argelia.
Después de años de conflicto, el área ha surgido recientemente como un centro para la inversión, atrayendo a empresas europeas y estadounidenses interesadas en la pesca, la agricultura y proyectos de infraestructura que permitirían la transmisión de energía eólica y solar. A medida que las negociaciones se han estancado, Marruecos ha invertido fuertemente en la región y ha buscado apoyo de socios comerciales. El Polisario ha llevado su lucha a los tribunales internacionales, argumentando que Marruecos no tiene derecho a comerciar recursos pertenecientes al pueblo saharaui mientras el conflicto permanezca sin resolver.
Los países intercambian miles de millones de dólares en automóviles, frutas y verduras. Ambos están colaborando en XLinks, un proyecto de almacenamiento y transmisión de energía renovable cuyos patrocinadores esperan que alimente a millones de hogares británicos.
El cambio británico enfureció a Argelia, rival regional de Marruecos, que en un comunicado el domingo criticó el plan de Marruecos como “vacío de contenido e incapaz de contribuir a una solución seria y creíble del conflicto”.
Los representantes del Frente Polisario no respondieron a preguntas sobre la postura del Reino Unido.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.