Por DAVID FISCHER
ISLAMORADA, Florida, EE.UU. (AP) — Los Everglades son algo más que pantanos, hidrodeslizadores y caimanes, y los esfuerzos de restauración tienen un impacto que va más allá de la tierra entre las costas este y oeste de Florida.
La Bahía de Florida, un cuerpo de agua ubicado entre el extremo sur de la Florida continental y los Cayos de Florida, constituye aproximadamente un tercio del Parque Nacional de los Everglades.
Los altos niveles de sal durante los períodos secos pueden tener consecuencias fatales para las plantas y animales que viven en la región, aunque los expertos tienen la esperanza de que una temporada de lluvias temprana este año evite una muerte masiva de pastos marinos como las experimentadas en el pasado.
Estuario de los Everglades
Steve Davis, director científico de The Everglades Foundation, llamó a la Bahía de Florida el estuario de los Everglades, que en realidad es un río gigante y de movimiento lento que comienza alrededor de Orlando y se extiende hacia el extremo sur de la península de Florida.
“Lo que eso significaba para la bahía de Florida era que durante los años húmedos, hay suficiente agua entrando en la bahía para mantener la salinidad dentro de ese rango óptimo”, dijo Davis. “Pero cuando nos encontramos con un año de promedio a seco o un año de sequía, significa que los niveles de salinidad en la bahía se elevarían tanto que podía ser perjudicial para la salud de los pastos marinos y las otras especies que dependen de ese hábitat”.
La bahía de Florida no tiene mareas particularmente fuertes, lo que significa que el agua puede permanecer en la bahía hasta por un año. Cuando el agua de mar que se evapora no es reemplazada por agua de los Everglades, los niveles de salinidad de la bahía pueden duplicar la salinidad normal del océano, explicó Davis.
“Y es entonces cuando realmente nos encontramos con algunos problemas con la salud de los hábitats aquí en la bahía”, expresó.
La última gran muerte de praderas submarinas ocurrió en 2015. Xavier Figueredo, capitán de barco recreativo en la Bay and Reef Company, dijo que estaba trabajando en el área cuando la muerte masiva afectó alrededor de 16.000 hectáreas (40.000 acres).
“No ves el agua. Todo lo que ves es pasto muerto flotando en la superficie”, comentó Figueredo. “Y huele a azufre, como huevos podridos. A medida que la muerte continuaba, más del ecosistema se veía afectado, los peces se veían afectados”.
Evitar otra muerte de pastos marinos
Aunque más del 40% de Florida está en condiciones de sequía, Davis dijo que no está especialmente preocupado aún por otro episodio de pérdida de praderas submarinas. Los niveles de sal en la bahía ya son comparativamente más bajos este año que en 2015.
Davis dijo que eso se debe al menos en parte a un enorme proyecto que elevó un tramo de más 5,6 kilómetros (3,5 millas) del Tamiami Trail, una carretera construida en 1928 que atraviesa los Everglades desde Miami hasta Naples antes de dirigirse al norte hacia Tampa.
En la práctica, la carretera funcionaba como una presa gigante que impedía que el agua fluyera hacia el sur. Pero al reemplazar la carretera con dos largos puentes, completados en 2013 y 2019, se desbloqueó el llamado río de pasto.
“Meses de flujo a través del Tamiami Trail han ayudado a moderar la salinidad”, explicó Davis.
La otra ventaja significativa que tiene la Bahía de Florida este año en comparación con 2015 es el pronóstico de una temporada de lluvias temprana en lugar de una temporada de lluvias retrasada, dijo Davis.
Futuro de la restauración
Aunque elevar el Tamiami Trail ya ha creado un beneficio significativo para los Everglades y la bahía de Florida, los científicos cuentan con un proyecto de restauración masivo, el Embalse del Área Agrícola de los Everglades, para abordar los problemas de agua de las últimas décadas en toda Florida.
El proyecto de 3.900 millones de dólares creará un embalse y un humedal para almacenar y limpiar el agua contaminada del lago Okeechobee, en el centro de Florida, antes de que se descargue en el sur de los Everglades. Esto también debería disminuir la cantidad de agua contaminada que llega a las costas este y oeste de Florida.
Davis describió el Embalse del Área Agrícola de los Everglades como “un punto de inflexión para la restauración del flujo de agua dulce”.
“Lo que estamos viendo ahora son solo los beneficios de la plomería, la infraestructura que ayuda a llevar toda esa agua al parque”, dijo. “Pero una vez que podamos fluir esos volúmenes más grandes de agua hacia el sur, veremos una mejora en todo el sistema hasta la bahía de Florida”.
Proteger la economía
La restauración de los Everglades no solo está vinculada al futuro ecológico de Florida, sino también a su futuro económico, dijo Paul Hindsley, economista jefe de la Fundación Everglades.
“Por cada dólar de inversión en restauración, estamos recibiendo cuatro dólares en beneficios económicos”, afirmó Hindsley.
Los beneficios económicos incluyen aumentar el suministro de agua residencial e industrial, reducir eventos extremos de sequía como incendios y reducir el riesgo de inundaciones por precipitaciones intensas, señaló Hindsley.
Los Everglades también suponen más de 5.000 millones de dólares al año en reducción de riesgos para los costos asociados con las reclamaciones del Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones. Por su parte, los manglares y arrecifes del sur de Florida juegan un papel importante en la reducción de los impactos del oleaje de tormenta.
“Proteger el medio ambiente es proteger la riqueza de los floridanos”, afirmó Hindsley.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.