Por DÉBORA REY
BUENOS AIRES (AP) — River Plate denunció penalmente el magnate estadounidense Foster Gillett por los delitos de estafa y defraudación por incumplir con el pago de unos 11 millones de dólares por el mediocampista riverplatense Rodrigo Villagra.
Gillett, ex propietario del Liverpool inglés, se había convertido en punta de lanza del desembarco de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol argentino que impulsa el presidente ultraderechista Javier Milei.
A través de un pre-acuerdo con Estudiantes La Plata, Gillet inyectó varios millones de dólares para reforzar su plantilla durante el mercado de pases de verano que se cerró este miércoles. Como parte de esa asociación, el magnate ofreció a River 11 millones de dólares por Villagra, una cifra sorprendente para un futbolista suplente.
El conjunto millonario, que había pagado un monto similar cuando fichó al jugador procedente de Talleres el año pasado, dio luz verde a la operación, pero el dinero nunca apareció.
En la demanda, River expresó que la maniobra tuvo por finalidad “dañar al club y a sus intereses económicos y deportivos”.
Villagra había dejado de entrenarse bajo las órdenes del técnico millonario Marcelo Gallardo a la espera de firmar contrato con Estudiantes u el equipo que dispusiera Gillett. Frustrada la operación, el volante finalmente fue transferido al CSKA de Rusia por cinco millones de dólares.
El agente Guillermo Toffoni, apoderado de Gillett en Argentina, dijo al diario deportivo Olé que la denuncia “no tiene sentido” porque “no hay nada firmado”.
“Los abogados analizarán esta presentación que hizo el apoderado de River para evaluar futuros daños y perjuicios”, acotó.
River no fue el único club que tuvo inconvenientes con el empresario. El último campeón, Vélez Sarsfield, había acordado la venta de los derechos económicos de su capitán Valentín Gómez, por 10 millones de dólares. El zaguero de 21 años iba a ser cedido al Udinese de Italia.
Gillett nunca pagó el fichaje y el jugador, que se entrenaba solo en Italia, tuvo que regresar a Vélez.
Estas desprolijidades pusieron en paréntesis el plan del gobierno de Milei de habilitar el ingreso de las sociedades anónimas deportivas al país sudamericano pese a la resistencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que defiende el actual modelo de clubes como asociaciones civiles sin fines de lucro.
El magnate estadounidense había mantenido reuniones con funcionarios del gobierno, como el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, y fue promocionado como ejemplo del fuerte interés de inversores extranjeros en el fútbol argentino.
Por lo pronto, Estudiantes sigue postergando la convocatoria de sus socios a una asamblea para aprobar la sociedad con Gillett.