SEATTLE (AP) — A fuerza de tres goles de cabeza, River Plate cumplió con los deberes al someter el martes 3-1 a Urawa Red Diamonds en su debut en el Mundial de Clubes.
Facundo Colidio, Sebastián Driussi y Maxi Meza facturaron los tantos con los que el equipo argentino y arrancó con el pie derecho en el Grupo E.
Ganarle al conjunto japonés era esencial para las pretensiones de River para superar una llave en la que le esperan duelos más exigentes contra el Monterrey de México y el Inter de Milán.
River no jugó bien en el Lumen Field de Seattle, pero fue más efectivo ante un adversario que le hizo sufrir con su ímpetu.
“Había mucho nerviosismo”, admitió el técnico riverplatense Marcelo Gallardo. “Pero lo importante es ganar y sumar tres puntos de arranque”.
“Pegamos en el momento justo. Los goles nos dieron tranquilidad”, añadió. “En el segundo tiempo mejoramos un poco. Tenemos margen de crecimiento para lo que viene”.
El Millonario tomó la iniciativa temprano y generó la primera ocasión de peligro con un remate de Driussi que remeció el segundo palo.
Los focos del partido estaban enfocados en Franco Mastantuono, el juvenil atacante de River cuya transferencia el Real Madrid se completó la semana pasada. Y de los pies de Mastantuono surgió el primer gol: dominó un balón cerca de la banda derecha, avanzó hacia el medio y abrió hacia la izquierda para Acuña. El lateral mandó un centro perfecto que Colidio cabeceó en el corazón del área.
Sobre los 63 millones de euros, la transferencia de Mastantuono es la más cara en el fútbol argentino. Este Mundial de Clubes será la última competición que la joya de 18 años dispute con River ante de incorporarse al Madrid en agosto.
Arriba en el marcador, River lo tenía servido para sentenciar el partido sin complicaciones. Pero no metió el pie a fondo y Urawa creció en confianza, con el extremo Yusuke Matsuo como su carta más desequilibrante.
El arquero riverplatense Franco Armani debió emplearse a fondo en varias ocasiones para preservar la mínima diferencia al descanso.
En la reanudación, River se encontró con un auténtico obsequio. A los 48, el zaguero Marius Hoibraten cabeceó suave hacia atrás y Driussi supo anticipar para peinar el balón a la red, poniendo el 2-0. La mala noticia fue que el delantero cayó mal al piso al chocar con el arquero Shusaku Nishikawa y tuvo que salir del partido con una lesión el tobillo izquierdo.
Urawa no se desanimó y encontró el descuento mediante un penal cobrado por Matsuo a los 58 tras una falta de Acuña sobre Takuro Kaneko.
Acuña se redimió a los 73 al colgar el centro que Meza capitalizó para firmar el tercer tanto de cabeza de River en la tarde.
Sobre el final, Armani se lució al rechazar un latigazo de Thiago Santana por todo el medio.
“El inicio costó un poquito porque venimos sin rodaje desde que terminamos la Copa Libertadores”, dijo Armani sobre la fase de grupos del torneo sudamericano. “Pero lo hicimos bien. Sabíamos que era un rival con jugadores muy rápidos. Teníamos que estar rápidos en ese aspecto y lo estuvimos”.
¿Y qué más hizo Mastantuono? No mucho. Lo suyo fueron ciertos destellos en los primeros compases para luego caer en el relajamiento general de River con el paso de los minutos.
El partido atrajo apenas 11.974 espectadores para un estadio con capacidad para casi 69.000 personas.
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