CHARLOTTE, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Scottie Scheffler trabajó más duro de lo que imaginaba y obtuvo el resultado que todos esperaban el domingo en el Campeonato de la PGA: un paseo muy agradable hacia el green del 18 con otro título importante asegurado en manos del jugador número uno del golf.
Scheffler fue impecable cuando tenía que serlo en los últimos nueve hoyos de Quail Hollow, dejando los errores a Jon Rahm y a todos los demás que intentaban alcanzarlo en un día final que se volvió tenso hasta que Scheffler se distanció con golpes certeros constantes con fairways y greens.
Cerró con un bogey que podía permitirse para un par de 71, dándole una victoria por cinco golpes y su tercer título importante. Scheffler se convirtió en el primer jugador desde Seve Ballesteros en ganar sus primeros tres majors por tres golpes o más.
¿Un aburrimiento? Ni de cerca. Eso quedó claro cuando Scheffler levantó los brazos en el green del 18 y luego lanzó ferozmente su gorra al césped.
Scheffler tenía una ventaja de cinco golpes al llegar al último hoyo cuando ganó su primer chaqueta verde del Masters en 2022. Estaba cuatro golpes por delante del grupo cuando ganó en Augusta National el año pasado. Y tenía una ventaja de seis golpes en Quail Hollow.
Pero esto no se sintió como un paseo por el parque.
Tenía una ventaja de cinco golpes al pararse en el tee del sexto hoyo. Pero con un swing inestable que llevó a dos bogeys, y con Rahm haciendo tres birdies en un tramo de cuatro hoyos alrededor del giro, estaban empatados cuando Scheffler llegó al tee del 10.
Parecía un duelo hasta el final, con Bryson DeChambeau haciendo todo lo posible para entrar en la mezcla, hasta que Scheffler mostró ser el mejor en el golf. No falló un tiro desde el tee o desde la calle hasta que su ventaja volvió a ser de cuatro golpes.
El colombiano Jhonattan Vegas, que lideró en las primeras rondas del torneo, terminó empatado en la quinta posición con una ronda final de 72 golpes para un total de 279, cinco bajo par. Igualó en la posición con el canadiense Taylor Pendrith y el estadounidense J.T. Poston.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.