Por GRAHAM DUNBAR
GINEBRA (AP) — Un grupo de sindicatos liderados por africanos instó el miércoles a la Organización Internacional del Trabajo, respaldada por la ONU, a que abra una investigación de más alto nivel sobre Arabia Saudí, citando presuntos abusos a trabajadores migrantes en la nación anfitriona de la Copa del Mundo 2034.
El mismo día en Ginebra, la OIT firmó un acuerdo de trabajo renovado con el gobierno saudí.
“Refleja un compromiso compartido para avanzar en políticas laborales que estén alineadas con los estándares internacionales y las prioridades nacionales”, expresó el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, exprimer ministro de Togo.
Pero sindicatos de 36 países, incluyendo Ghana, Nigeria y Senegal presentaron una queja formal ante la OIT solicitando una “Comisión de Investigación”.
Alegaron que hay evidencia de trabajo forzoso, robo de salarios, abuso físico y sexual y racismo sistémico dirigido a trabajadores africanos, y el uso continuo por parte de Arabia Saudí del sistema kafala que los vincula a empleadores, especialmente en la construcción y el trabajo doméstico.
“Los trabajadores están siendo tratados como desechables en Arabia Saudí. Se van vivos y regresan en ataúdes. La OIT debe actuar”, indicó Joel Odigie, secretario general del capítulo africano de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
Una queja anterior presentada por el sindicato Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera hace un año está siendo investigada por la OIT, que une a gobiernos, trabajadores y empleadores para establecer estándares laborales y promover un trabajo decente.
Visión para el futuro de Arabia Saudí
Arabia Saudí ha iniciado un programa de construcción masiva como parte del plan Visión 2030 dirigido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman para modernizar a la sociedad y economía sin la dependencia del petróleo.
El deporte es clave para el programa, por lo que el mayor logro de Arabia Saudí fue su elección para recibir la Copa Mundial masculina en 2034. La mayoría de los 15 estadios planeados deben ser construidos o renovados para el torneo que contará con 104 partidos, algunos tienen diseños extravagantes.
Las preocupaciones sobre el trato de Arabia Saudí a los trabajadores migrantes resuenan tras el intenso escrutinio sobre el vecino Qatar antes de que albergara la Copa Mundial 2022. Esa decisión en 2010 llevó a la actual dirección de la FIFA a insistir en evaluaciones de derechos humanos de los futuros postulantes a la Copa Mundial.
Los funcionarios del gobierno saudí no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el miércoles.
Una promesa saudí a la FIFA el año pasado incluyó “salarios equitativos y condiciones de trabajo y vida decentes para todas las personas involucradas en los preparativos de la Copa Mundial”.
La oferta saudí aceptó entonces solo trabajar con la OIT y pareció descartar asociaciones con sindicatos internacionales, ONG y asesores de derechos independientes.
Frustración sindical
La CSI manifestó el miércoles que Arabia Saudí “no ha mostrado una intención real de abordar la situación”, a pesar de que su principal funcionario se ha comprometido con el gobierno saudí.
“La OIT agregó que este sistema (kafala) despoja a los trabajadores de su libertad y dignidad, silencia las quejas y otorga a los empleadores un control casi total sobre sus vidas”.
Aun así, Houngbo dijo que el acuerdo de trabajo actualizado de Arabia Saudí “ampliaría las protecciones para los trabajadores vulnerables”.
“Nuestra renovada asociación con la OIT subraya el compromiso de Arabia Saudí con un mercado laboral justo, inclusivo y preparado para el futuro”, afirmó el ministro del gobierno Ahmed Al Rajhi después de firmar el acuerdo en Ginebra.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.