Por GEROLD ROZENBLAD
PARAMARIBO, Surinam (AP) — Surinam podría tener pronto a su primera presidenta después de que un partido liderado por una médica formara una coalición con el fin de derrocar al actual líder del país sudamericano tras las elecciones del fin de semana, donde no hubo un claro ganador.
La doctora Jennifer Geerlings-Simons, del Partido Nacional Democrático, formó una coalición con otros cinco partidos el martes por la noche mientras los trabajadores aún contaban los votos de la elección de la Asamblea Nacional, realizada el domingo. La Cámara elige al presidente por un voto de dos tercios.
La coalición se formó mientras el atribulado país se prepara para una afluencia de riqueza tras el descubrimiento de importantes depósitos de petróleo en alta mar, cuya primera producción se espera para 2028.
El Partido Nacional Democrático ha asegurado hasta ahora 18 escaños en la Asamblea Nacional de 51 miembros, mientras que el Partido de la Reforma Progresista del presidente Chandrikapersad Santokhi obtuvo 17, perdiendo tres escaños en la elección.
Sin embargo, el conteo de los votos de algunas mesas electorales continuaba, y ya se llevaban a cabo recuentos en algunos lugares del país, de habla holandesa y más de 646.000 habitantes.
Una vez que se confirmen los resultados preliminares, la Asamblea Nacional se reuniría para elegir a un presidente. Hasta ahora, la coalición encabezada por Geerlings-Simons parece tener 34 escaños, lo que sería suficiente para lograr una mayoría de dos tercios.
El analista político Hans Breeveld dijo que el resultado de la elección fue sorprendente y que la cohesión de la nueva coalición podría ser puesta a prueba una vez que comiencen las conversaciones sobre quién ocupará qué posición bajo una nueva administración.
“Ahora seguirá la verdadera negociación por los puestos, y entonces, cualquier cosa puede pasar”, afirmó.
Breeveld cree que una reciente avalancha de acciones populistas por parte del gobierno actual, incluida la distribución de 2.000 bicicletas para un paseo con Santokhi, resultó contraproducente.
También dijo que Geerlings-Simons podría enfrentar luchas dentro de su propio partido. “Ella trata de darle un rostro civil a su partido, que tenía una presencia militar”, comentó.
Geerlings-Simons asumió el liderazgo del Partido Nacional Democrático de manos de Desi Bouterse, un exdictador condenado por asesinato que dejó al país en la ruina financiera. Falleció el año pasado.
Se unieron a ella para formar una coalición el partido Alternativa 2020, el partido Hermandad y Unidad en la Política, el Partido General de Liberación y Desarrollo fundado por el vicepresidente y exlíder rebelde Ronnie Brunswijk, el Partido Nacional de Surinam y el Partido Pertjajah Luhur.
Los últimos tres partidos solían apoyar al presidente de Surinam en una coalición, pero recientemente le retiraron su respaldo, acusándolo de no darles participación en la creación de políticas.
La presidencia de cinco años de Santokhi también estuvo plagada de escándalos de corrupción, y se vio obligado a recurrir al Fondo Monetario Internacional para encaminar nuevamente la economía de Surinam.
Como resultado, la deuda pública del país, de casi 4.000 millones de dólares, fue reestructurada en gran medida y se redujeron los subsidios gubernamentales. Macroeconómicamente, Santokhi logró el éxito, pero la gente se quejó de las medidas de austeridad, que provocaron protestas violentas.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.